La Chicago de Siberia
Aun estando de acuerdo con algunos de los conceptos que se exponen en el reportaje titulado Faltan trabajadores y sobra desidia en la Chicago de Siberia, me planteo la obligación de hacer un comentarío del mismo, por si le pareciera bien publicarlo en su periódico.En este artículo, aparecido en EL PAIS del día 25 de marzo pasado, firmado por P. B. en Novosibirsk, que dice verdades, como que esta ciudad es el mayor centro industrial y económico de Siberia occidental, se olvidan datos como por ejemplo que es el primer punto cultural del Asia soviética, con escuelas técnicas superiores, aeropuerto y una importantísima base industrial generadora de energía eléctrica.
En esta ciudad, fundada en 1893 a orillas del Obi en su confluencia con el Inya, situada en la línea del ferrocarril transiberiano, es un poco sorprendente que se produjera el hecho, propio de personas incultas, de despreciar por parte de un grupo de 10 ciudadanos las buenas cualidades de un lavaplatos destinado ¡nada menos! que al club de los científicos, no lejos del Instituto Económico.
Pero en lo que definitivamente no estoy con P. B. es en lo que dice respecto a las declaraciones del académico señor Agwpan.
Refiriéndose a lo de la incorporación al trabajo de solamente tres millones de personas (de ellas millón y medio en Asia central) en el actual quinquenio de 1981 a 1985, ¿se trata de la zona exclusivamente siberiana de la URSS? Si es así, ¿cómo se pueden dar estas cifras, asegurando al mismo tiempo que en el quinquenio anterior fueron once millones el número de los incorporados?
Tal aglomeración de personas, como consecuencia de ambos éxodos, no se ha dado jamás en la historia ni es posible que se dé nunca en plena paz en un plazo de 10 años, a pesar de la actual población de 268 millones de habitantes y de las primas e incentivos para trabajar en la denominada tarta de hojaldre helada que es Siberia.
Evidentemente aquí existe algún error de cálculo por el profesor o de interpretación por cuenta de la periodista.-
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