Cuidado
Te acuestas africano y te levantas europeo. Y sin tomar nada, ni hacer régimen. "Mister, ya soy europeo", le diré al primer turista que se ponga al alcance de mi euforia. Pero cuidado. Alerta. Me temo que el Gobierno trate de aprovechar la contundencia de la noticia de nuestra entrada en la CEE para meternos por la puerta trasera del espíritu todas sus asignaturas pendientes. Para empezar, Felipe González le ha quitado a Joaquín Leguina la ilusión óptica de su impuesto del 3%, diluyendo así la esperanza de Coalición Popular de capitalizar el malestar fiscal de la comuna autónoma de Madrid.A éstos de Coalición Popular no les sale ni una. Desde su óptica, la política económica y de gobernación del PSOE es irreprochable, aunque de vez en cuando la reprochen para que no decaiga la clientela. Cuando estalla lo de Flick se frotan las manos, pero finalmente se comprobará que estaban viendo el Flick en el ojo ajeno, pero no el Flock en el propio. Fomentan el Alzamiento Nacional de la Enseñanza Privada y no les sigue ni Pujol. Después de un análisis marxista de la situación, Coalición Popular decide que el eslabón débil de la cadena socialista es el impuesto de Leguina y se van a por él. Arrebatan a la izquierda el procedimiento de la recogida de firmas y cuando ya las han reunido, zas, Felipe González se reúne con Leguina y le deja sin impuesto, sí, pero a Coalición Popular en cueros tácticos.
Ahora el PSOE aprovechará la entrada en la CEE para poner missiles hasta en el barrio de Santa Cruz y demostrar, bajo auditoría, que el señor Herrero de Miñón, por ejemplo, no se sabe la lista de los reyes godos. Que nadie se sorprenda si a partir de ahora Felipe González se permite el lujo de vender burros ciegos, después de haber vendido una partida completa de burros tuertos. Mal hacen los que se regocijan por el ajuste de las cuentas de Leguina, porque mal síntoma es que un presidente de Gobierno tenga que intervenir hasta en el precio del kilo de boquerones. Yo de Leguina no dimitiría. Me pondría un bombín, una chaqueta ajustada y me dedicaría a bailar el chotis sobre dos ladrillos. Solo. Porque solos nacemos y morimos y a solas recibimos las broncas del zar.
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