Gabriel Vivo, músico

Tras una aguda enfermedad y diversas intervenciones quirúrgicas, murió anteayer en Madrid el profesor Gabriel Vivó, destacado profesional de la música y de la radio. Perteneciente a una familia de brillante tradición artística, los padres, José María y Carmen Barea, destacadas figuras en el Real; los hermanos, el violonchelista Ricardo (muerto en 1980), la profesora de canto Carmen, el bajo Arturo; la sobrina, Mary Ruiz-Casaux forman, con el propio Gabriel, lo más granado de una excelente familia musical.Nacido en 1922, Gabriel Vivó, tras los estudios con su madre, trabajó el piano con Lucas Moreno, así como la armonía y composición en el conservatorio madrileño, del que luego fue profesor de solfeo. La estimación lograda en el campo pedagógico por Vivó fue general y tan unánime como el aprecio de sus cualidades humanas. En Radio Nacional ocupó diversos puestos desde su ingreso, hace más de 35 años: control excelente en los años fundacionales del Tercer Programa; luego, Radio 2; director de programación del Hilo Musical y jefe del Departamento de Música Seria, dentro de los servicios musicales, cargo que ha desempeñado hasta hace unas semanas.

Músico de rigurosa formación, practicó, con gran éxito, el acompañamiento y la música de cámara; dictó lecciones y escribió textos de enseñanza musical y dirigió coros. La seriedad de carácter propia de Gabriel se alimentaba de un agudo y personalísimo sentido del humor y todo ello quedaba impostado en un cuadro general de bondades que despertaba admiración y cariño duraderos. Dentro de su generación -la más injustamente tocada por la guerra civil, pues sin hacerla sufrimos muy directamente sus consecuencias- la figura de Gabriel Vivó, competente, entusiasta, afable y generosa, posee perfiles muy singulares. Era un hombre a lo Kipling tanto como a lo Unamuno y resolvía la dualidad en un temple sereno y voluntarioso.