El periodista Martínez Reverte, absuelto de un delito de desacato

MadridLa Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al periodista Jorge Martínez Reverte de un delito de desacato a la autoridad judicial por un artículo publicado en el semanario La calle, en mayo de 1981. El artículo, firmado con el seudónimo de Gregorio Muñoz y titulado "Martínez Loza, Ynestrillas y .... el juez Varón Cobos", criticaba ciertas actuaciones del juez aludido en relación con actividades y atentados de la ultraderecha.

A raíz de la publicación del artículo, el ministerio fiscal presentó una demanda contra el periodista, hoy director general del Ente Público Radiotelevisión de Madrid. El Tribunal Supremo remitió el sumario a la Audiencia Provincial de Madrid después de anular, por quebrantamiento de forma, una sentencia de la Audiencia Nacional que condenaba al periodista a cuatro meses de arresto mayor por desacato a la autoridad judicial. En la vista oral celebrada el pasado 28 de febrero, el ministerio fiscal solicitó la pena de un mes y un día de arresto mayor y multa de 20.000 pesetas. La defensa, a cargo de José María Mohedano, pidió la absolución del procesado, tras una amplia exposición en la que planteó como principal problema la definición del límite entre la crítica de la Administración de justicia y el desacato.

El tribunal ha estimado en su sentencia que el artículo está escrito "en aras del derecho a la libertad de expresión, con ánimo más bien de información e incluso de crítica de determinados sucesos que han adquirido cierta trascendencia o relevancia social", y asegura que "aunque pudiera surgir alguna duda sobre si la intención del periodista procesado fue más allá del simple ánimo de información y crítica reseñados, tal duda, cual inveteradamente viene siendo práctica constante de los tribunales de justicia -de suyo y por esencia independientes-, debe ser resuelta a favor del reo".

Martínez Reverte atribuía en su artículo a un miembro de Justicia Democrática la afirmación de que "en este país estamos perdidos mientras sigan existiendo jueces que obedecieron ciegamente al fascismo y sean precisamente ellos quienes ahora gozan de la independencia del poder judicial, que es propia de un sistema democrático".