Renfe, suma y sigue
En la noche del 1 de marzo tomo el tren Bilbao-Málaga (tren Picasso), que me deja en Córdoba a las 12.30, en lugar de a las diez de la mañana. Resultado: llego a Sevilla a las cuatro de la tarde, en lugar de a las doce de la mañana. Problemas de máquinas.Para volver el día 6, el Talgo de Sevilla-Madrid llega a ésta a las doce de la noche, en lugar de a las nueve. Problemas de descarrilamiento en un mercancías. He de hacer noche en Madrid y partir de las 8.10 del siguiente día. Este tren, Madrid-Hendaya, llega a su hora a Miranda de Ebro, donde tomo el tranvía a Zaragoza, que me deposita en Lodosa (Navarra) a las 15.50, en lugar de a las 15. 10, y esto sin motivo alguno, porque es así. Resultado: he perdido todas las horas de trabajo que van desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde del día 7.
La vez anterior que utilizo los servicios de Renfe es el 18 de septiembre último. Viniendo de Francia, tomo un tren, Irún-Alícante, a las seis de la tarde y me deja en Pamplona a las tres de la madrugada del día 19, en lugar de a las seis de la tarde del día anterior. Problemas de raíles.
¿Hasta cuándo para viajar por España se habrá de estar condenado al transporte privado? ¿Hasta cuándo el fraude de siempre en los transportes del Estado?-
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