Las víctimas tardaron en ser identificadas más de 10 horas

Diez horas después del accidente de un autobús español cerca de Setúbal, con el balance de 11 personas muertas, en la Embajada española en Lisboa aún no disponían de la lista completa de víctimas del siniestro. A, esa hora, las nueve de la noche en España, el propio embajador español señalaba que dos cadáveres; de mujeres depositados en Setúbal aún no habían sido identificados, y que el mismo problema existía con un adolescente de 13 años internado, ya cadáver, en el hospital lisboeta de San José.

LisboaA las 19.20 horas (20.20 hora española), llegaban al hospital de Santa María, situado a las afueras de Lisboa, en visible estado de nerviosismo, el embajador de España en Portugal, Ramón Fernández Soignie y Alberto Aza, ministro consejero de la embajada. Ambos portaban listas de pasajeros con innumerables e indescifrables anotaciones. "Es un caos, es un caos", repetía el embajador.Fernández Soignie se refería al grave problema que hubo a lo largo de la jornada de ayer para identificar a los fallecidos y heridos graves. "Entre ellos mismos no se conocían bien o no sabían nombres y apellidos concretos", comentaba Aza.

En el hospital de Santa María, se encontraban internadas a la citada hora cinco personas que viajaban en el autobús. Se trata de María Antonia Plata, María Teresa Mateos, María del Carmen Esteban Herrero, Sergio Morán Arribas "y una niña que dice que se llama Mónica. No sabemos nada más de ella", decía una enfermera. del hospital de Santa María.

Mónica, de unos 8 años de edad, había sido trasladada a Lisboa, como otros heridos graves, en un helicóptero de la base aérea de Montijo, debido a que en Setubal no existen unidades de vigilancia intensiva en los hospitales de la zona. Según el embajador, debe tratarse de Mónica Larrauri, hija de Mateo Larrauri y de Rosá-Escrivá, ambos médicos de La Paz que también viajaban en el autobús y ayer estaban interriados en el hospital de Otáo, cerca de Setúbal. Otras dos hermanas de Mónica también estaba. en Otáo.

Dentro del desorden registrado en los trámites ¿le identificación, el joven Sergio Morán Arribas, internado en Santa María, había sido dado por fallecido a lo largo de la Jornada. "Le he acabado cogiendo un cariño increíble", comentaba Aza.

En el otro hospital de Lisboa al que fueron traslados los heridos más graves, el de San José, se encontraban internadas en la noche de ayer seis personas. Una de ellas era Fabiciana López Varela, que estaba embarazada. Con ninguno de los heridos atendidos en Lisboa fue posible ayer entablar conversación alguna, ya que, dado el grave estado en que se encontraban, los propios médicos de las clínicas prohibían el acceso a las habitaciones a periodistas o miembros de la embajada española.

Según el embajador español, quien por la mñana estuvo en Setúbal interesándose por las circunstancias del accidente, Ias autoridades portuguesas han colaborado al máximo y con eficacia en la asistencia a las víctims".

Las autoridades del país vecino pusieron ayer a disposición de los supervivientes en Setúbal seis ambulancias y un autobús, con la correspondiente asistencia médica, para que, quienes lo desearan, pudieran trasladarse de inmediato a España.