La financiación al sector privado bajó en 413.000 millones de pesetas durante 1984, mientras la del público, creció 373.000

MadridLas necesidades financieras del sector público no empresarial crecieron el año pasado en 373.000 milones de pesetas (un 23,2%), hasta rozar por primera vez los dos billones, sin contar la operación Rumasa. Paralelamente, la financiación nueva recibida por el sector privado descendió con respecto al año anterior en 413.000 milones. Así lo revela un estudio de la CEOE, a juzgar por el cual la diferencia entre los 1,34 billones de pesetas de déficit anunciado en el Estado y los 1,98 de financiación hay que buscarla en otras Administraciones públicas, como autonomías y ayuntamientos. Tras vaticinar un panorama semejante para 1985, la patronal advierte que ello perjudicará a los tipos de interés y a la expansión sostenida de la economía.

El Ministerio de Economía y Hacienda sólo ha publicado hasta ahora los datos provisionales del déficit de caja del Estado: 1.342.000 millones de pesetas durante 1984. En ausencia de otras cifras oficiales, Alianza Popular, al anunciar el pasado jueves su posición sobre el avance de la contabilidad nacional y proponer al Gobierno un pacto contra el déficit público, consideró mucho más importantes y significativas sobre el descontrol del gasto público las necesidades globales de financiación del sector público, que situó en 1.984.500 millones de pesetas.

Aunque la oposición conservadora prefirió ocultar sus fuentes -"si lo revelamos, alguna de ellas dejaría de serlo", dijo Abel Matutes-, este periódico ha sabido que las cifras proceden de un estudio elaborado por la patronal CEOE a partir de datos del Banco de España y de estimaciones propias. Como refleja el cuadro adjunto, las necesidades financieras de las Administraciones públicas -expresión más ajustada, pues en el sector privado aparecen las empresas públicas- han crecido un 23,2% en términos homogéneos respecto a 1983, es decir, sin contar la emisión de deuda pública por 0,44 billones de pesetas para sanear Rumasa.

Dentro de los 1,98 billones totales, el mayor crecimiento -casi un 75%- se ha registrado en el dinero procedente de bancos y cajas de ahorro, también sin contar la deuda para Rumasa que suscribieron en julio los bancos. Los 1,78 billones proporcionados por el sistema crediticio incluyen tanto los créditos puros (en este caso, fundamentalmente concertados por ayuntamientos y diputaciones) como (ésta es la mayor partida) los pagarés del Tesoro suscritos por bancos y cajas. En los balances de estas últimas, por ejemplo, el saldo de pagarés casi se ha duplicado (ha pasado de 0,69 a 1,12 billones de pesetas), mientras que el crédito aumentó en 32.000 millones.

En cambio, ha crecido menos de la mitad que el año pasado la colocación de pagarés del Tesoro entre el público (quedó en 126.000 millones). Al mismo tiempo, ha sido negativa la financiación proporcionada por la deuda pública interior (sin contar pagarés del Tesoro ni cédulas para inversiones). También la financiación exterior ha crecido menos que en 1983.

La CEOE señala que el fuerte incremento de las necesidades de financiación se ha dado "a pesar del importante aumento de la presión fiscal".

Reservas de divisas

Por el contrario, la financiación total que ha recibido el sector privado la cifra en 1.773.000 millones de pesetas, unos 413.000 menos que la otorgada en 1983. Aunque esta caída fue todavía mayor en lo que respecta a los recursos procedentes del sistema crediticio, resultó parcialmente compensada por una mayor captación de fondos en el mercado de valores y en el exterior.Aprovechando la mejora del sector exterior (el registro de caja por cuenta corriente ha dado un superávit anual de 1.096 millones de dólares y un aumento de reservas de 4.486 millones), el Banco de España permitió desde marzo que la masa monetaria creciera hasta el límite superior previsto, e incluso por encima en verano.

Para 1985, la CEOE opina que "la subestimación de los gastos y la sobreestimación de los ingresos presupuestarios" seguramente desbordarán las necesidades de financiación del sector público (según la previsión gubernamental, de 1,49 billones de pesetas) hasta los mismos niveles que en 1984. El Gobierno pretende elevar el crecimiento económico al 3%, por lo que el objetivo para las disponibilidades ascenderá al 11%, y el de los activos líquidos en manos del público, al 13%, con un margen ahora del 1,5%.

El Gobierno entiende también que las reservas exteriores podrían crecer más de lo previsto (2.000 millones de dólares, en lugar de 1.500); la patronal indica que "los recursos disponibles para financiar la actividad privada se verían comprimidos una vez más y difícilmente crecerán más allá del aumento observado en l984". "Si ésta fuera la realidad", concluye, "cualquier reactivación chocaría tarde o temprano con una escasez de recursos disponibles al sector privado, con todo lo que esto implica para los tipos de interés y la expansión sostenida de la economía".