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Las milicias cristianas libanesas ocupan el territorio controlado por los maronitas

Un auténtico golpe de Estado se ha producido en el seno de la comunidad católica maronita de Líbano, con la aparente toma de control de gran parte del territorio donde estaba asentada, incluido el sector oriental de la capital, por el ala más radical, proisraelí y antisiria de las fuerzas libanesas (milicias cristianas unificadas). En tan sólo unas horas, los partidarios de Samir Geagea, jefe del frente norte de las fuerzas líbanesas, se apoderaron de forma casi incruenta del denominado reducto cristíano de 2.000 kilómetros cuadrados donde viven unos 800.000 cristianos, el 27% de la población del país.

La vida quedó paralizada ayer en la zona más próspera de Líbano, con las escuelas y comercios cerrados y un tráfico automovilístico reducido a su más mínima expresión por las calles repletas de miles de -milicianos, uno de los cuales adversario de Geagea- resultó muerto y otros tres heridos en el único enfrentamiento registrado durante la jornada.Al movimiento de Geagea, de 32 años de edad, se sumaron casi todos los cuadros militares cristianos, empezando por Elías Hobeika, responsable de la política militar cristiana autora de la matanza de Sabra y Chatila, y hasta Nazar Nazarian, colaborador de los israelíes en el Sur, sin olvidar al comandante en jefe de las fuerzas libanesas, Fuad Abu Nader, sobrino del presidente maronita, Amín Gemayel.

Solagen Gemayel, viuda del jefe de Estado asesinado Bechir Gemayel, también brindó su apoyo al movimiento, a pesar de ser. la cuñada del actual presidente, que se encuentra en una posición harto delicada al haber perdido el respaldo de sus bases y que se vio obligado a suspender "a causa de la gravedad de la ,situación" su proyectado viaje a Moscú. Mientras Amín Gemayel multiplicaba las reuniones en el palacio presidencial de Baabda y recibía, en un intento de resolver la crisis, al patriarca maronita Jorreiche, un colaborador de Geagea explicaba a la Prensa que "estaban intentando hacer una revolución sin derramar sangre", porque el presidente "se encuentra bajo la tutela de Siria". Al término del encuentro fue acordado que el patriarca y otros seis prelados formarían un comité de mediación.

Geagea, vehemente antisirio, fue excluido el pasado lunes del Partido Falangísta (Kataeb, en árabe) -principal fuerza política cristiana fundada en los años treinta por el padre del actual presidente- por negarse a desmantelar el puesto de control de milicias de Bárbara, en la autovía de Beirut-Trípoli, tal y como lo había exigido 24 horas antes el vicepresidente sirio, Abdel Halim Jaddam, en un nuevo intento de pacificar Líbano.

La. expulsión de Abdel Halim Jaddam de un partido muy influido por Amín Gemayel y que, como el presidente, ha multiplicado desde hace un año los gestos de acercamiento a Siria, autéritica "bestia negra" de las fuerzas libanesas, suscitó el descontento de esta coalición de milicias.

Las fuerzas libanesas, teóricamente sometidas a la autoridad de los partidos cristianos y sobre todo del falangista, anunciaron en un comunicado emitido ayer de madrugada que "retomaban su independencia". Al misirio tiempo, señalaron que "las posturas de Samir Geagea reflejan la opinión mayoritaria de los cristianos, cada vez más conscientes del abismo que les separa de su actual dirección".

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