10 diputados griegos independientes decidirán quién sucederá a Caramanlis

Políticos y periodistas se dedican estos días en Atenas a sumar, restar mirar el calendario y especular. ¿Qué harán los independientes? De ellos depende no ya únicamente la elección del nuevo presidente de la República Griega, que sustituirá al líder histórico de la derecha, Constantino Caramanlis, sino la suerte de la revisión constitucional propuesta por los socialistas. La operación-relevo de Caramanlis, guiada por Andreas Papandreu, tal vez termine sin sus objetivos básicos cumplidos.

Con la Constitución en la mano derecha y la distribución de escaños en la izquierda (y estos días no hay quien suelte ni la una ni la otra), queda claro que el día D del candidato presidencial del PASOK (socialista) va a ser el 29 de marzo. Christos Sartzetakis -el jurista independiente, con fama de incorruptible, a quien prestó su imagen Jean Louis Trintignant en el filme Z, de Costa Gavras- no podrá alcanzar los 200 votos necesarios para convertirse en jefe de Estado ni el próximo domingo ni el sábado siguiente.En un Parlamento con 300 escaños, los 112 de la oposición derechista de Nueva Democracia bloquean la necesaria mayoría de dos tercios. La oportunidad del candidato llegará seis días después, el 29 de marzo, cuando tan sólo necesitará tres quintos: 180 votos.

El PASOK tiene 165 diputados; y los comunistas, 13. Quedan 10 independientes, pero casi ninguno de ellos lo es en la práctica. Tres son disidentes de Nueva Democracia; y otros tres, del PASOK. Ninguno de ellos votará a Sartzetakis. De los otros cuatro, los optimistas del PASOK cuentan con todos; Nueva Democracia ve uno seguro y dos dudosos.

La votación será secreta, y los comunistas aún no han tomado postura, pero pueden optar por el apoyo público al candidato del PASOK y la retirada privada de dos votos. Uno de ellos puede ser el de Mikis Theodorakis, el autor de la música de Z, aunque sea más conocido por las de Zorba el griego o el Canto general.

Cambio radical

Y aquí entra en juego el calendario. La operación política lanzada por Papandreu, que ya ha provocado la dimisión de Caramanlis, no se limita a cambiar un presidente conservador que pueda frenar el allagui o programa de cambio del PASOK por otro más dócil y que no le cree problemas, sino que persigue un cambio radical del sistema político.Se trata de dejar el poder en manos del Gobierno, sin tener que compartirlo como hasta ahora con el jefe del Estado, aunque en la práctica Caramanlis no haya utilizado las atribuciones que le daba la Constitución.

La ley fundamental fija unos plazos muy claros para ser enmendada. La propuesta debe hacerse en una legislatura y ha de ser votada en dos ocasiones, con un lapso mínimo de un mes entre ambas para ser definitivamente aprobada después por el siguiente Parlamento. Pero si Sartzetakis no es elegido el 29 de marzo, la Cámara será disuelta antes de diez días y se convocarán elecciones legislativas anticipadas.

Dado que las enmiendas constitucionales no se votarán por vez primera hasta mediados de la próxima semana, la segunda votación puede no llegar a efectuarse porque, para entonces, quizá no haya diputados. El PASOK, por tanto, se juega mucho más que un presidente con la baza Sartzetakis.