_
_
_
_
_

La RFA y el Reino Unido quieren que la ampliación de la CEE cueste lo menos posible

Andrés Ortega

La República Federal de Alemania (RFA) y el Reino Unido -a los que pronto se unirá Francia, según señalaron fuentes de la CEE- quieren que el ingreso español en la CEE cueste lo menos posible -es decir, nada o menos que nada- al presupuesto comunitario. Ello no quiere decir, sin embargo, que España vaya a ser automáticamente un contribuyente neto a la CEE durante los primeros años, a pesar de las informaciones que han circulado. Pues lo que se va a negociar no es el déficit español, sino la parte que la CEE tendrá que reembolsar a España por este déficit, dado que durante el período transitorio no se aplicarán totalmente las políticas comunitarias.

Más información
Propuesta restrictiva de los "diez" sobre el estatuto que tendrá Canarias en la Comunidad

Se parte de la base de que España contribuya plenamente desde la adhesión a los recursos propios que alimentan el presupuesto de la CEE. Como durante el período transitorio las políticas de la CEE no se aplicarán íntegramente a España, surge un déficit entre lo que España, da a las arcas de la CEE y lo que recibe de ellas.No se discute este déficit, que es automático, sino el modo de reembolsarlo -todo, parte o algo más- a España. En anteriores ampliaciones de la CEE (Reino Unido en 1973, Grecia en 1981) ocurrió lo mismo y se encontraron fórmulas para solucionar este problema.

La Comisión Europea ha hecho estimaciones de este tema presupuestario, en las que aparece que, si no hubiera reembolso, España sería contribuyente neto a la CEE durante siete años, a un coste total para este período de un máximo de 516.000 millones de pesetas.

Por estos datos, en el primer año tras la adhesión, España contribuiría a las arcas de la CEE con un total de 295.000 millones de pesetas en el peor de los casos (un 40% en concepto de tasas y aranceles a la importación de productos de países terceros y el resto en concepto de contribución según la base imponible del impuesto sobre el valor añadido, IVA). Recibiría de la CEE unos 145.000 millones de pesetas. El déficit que aparece es, pues, de 150.000 millones de pesetas en el peor de los casos, o 128.000 millones de pesetas en el mejor.

Dicho déficit, a medida que se avanza en el período transitorio y se van aplicando más plenamente las políticas comunes en España, se va reduciendo, hasta convertirse el octavo año en un superávit. El superávit mínimo, al final del período transitorio, es decir, al undécimo año, sería de 80.000 millones de pesetas.

Posibles variaciones

Son estimaciones parciales, sujetas a errores, que pueden variar en cuanto a los ingresos de la CEE entre -35% y +10%, y en cuanto a los gastos de la CEE en España, entre -15% y +5%. Los datos más exactos no podrán obtenerse hasta cerrar la negociación del capítulo con más incidencias en este terreno, el agrícola. Y además estos datos parten de la base de que los recursos propios de la CEE aún no han aumentado.

Lo que se discute es cómo reembolsar a España parte, todo o más de este déficit durante los primeros siete años. En el caso del Reino Unido la solución que se adoptó fue la de rebajarle lo que debía pagar a la CEE: 45% en 1973, 56% en 1974, etcétera, hasta el 100% en 1978.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_