Un escape de cloro obligó a evacuar el pueblo malagueño de Pizarra

La localidad malagueña de Pizarra recuperó ayer la normalidad tras el pánico e incertidumbre vividos la noche anterior a consecuencia de un escape de cloro, que obligó a evacuar el pueblo, de unos 5.000 habitantes. Finalmente, todo quedó en un tremendo susto y ninguna persona resultó afectada.El escape se produjo por la avería de una de las bombonas de cloro para el tratamiento del agua, guardada en un almacén municipal. Un funcionario detectó el escape al notar un fuerte olor en las inmediaciones del local donde se encuentran las instalaciones.

El alcalde de la localidad, Juan Gámez, ordenó inmediatamente el desalojo de las viviendas más cercanas al almacén y, posteriormente, en vista de que el viento soplaba en dirección al casco urbano, la medida se aplicó en todo el pueblo. Juan Gámez declaró que adoptó la decisión al recordar el escape de cloro ocurrido hace más de 10 años en la capital malagueña, que provocó varios muertos, antecedente por el que conocía la alta toxicidad del producto, "además de que a mí nunca me han gustado estos chismes".

Los 5.000 vecinos de la localidad permanecieron más de tres horas en el campo y en las aldeas próximas, al tiempo que quedó cortado el tráfico por carretera y por vía férrea. En las tareas de evacuación participaron numerosos voluntarios, así como bomberos, Guardia Civil y personal de la Cruz Roja.