María Pérez González,
de 80 años de edad, pudo ser rescatada por un vehículo todoterreno y con la ayuda de una máquina quitanieves (véase EL PAIS de ayer), a última hora de la noche del martes, de su casa de Piornedo, donde se encontraba aislada por la nieve, y fue trasladada a la residencia sanitaria de Lugo. Pero seis horas después resultaban totalmente destruidos por el fuego su vivienda, los enseres y un millón y medio de pesetas en metálico que guardaba en la edificación. La manta eléctrica que utilizó la anciana durante la espera para ser evacuada, y que nadie se cuidó de desconectar, parece haber sido la causa del siniestro. Durante todo el martes, su yerno recorrió más de 18 kilómetros en busca de ayuda.
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