Boyer, despreocupado ante la subida de los precios e incrédulo sobre el aumento del paro

La fuerte caída del empleo estimado durante el último trimestre de 1984 y el rebrote de los precios en enero último no suscitarán medidas específicas del Gobierno, según portavoces oficiales. Aunque han causado impresiones negativas en algunos medios del PSOE y de la Administración, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, se mostró ayer despreocupado ante la evolución de los precios y dijo que las cifras de paro deben ser tomadas con cautela.

Al inaugurar al mediodía de ayer la administración de Hacienda en su distrito madrileño -Chamartín-, Miguel Boyer reafirmó como inmediata la rebaja del 15%. en las desgravaciones a la exportación. Asimismo, atribuyó a la presunta sobrevaluación del dólar (a su juicio, del 20% o 30% y que puede hacer caer la divisa norteamerica) las dudas ante la proyectada elevación de precios de la gasolina.'Ta subida del índice de precios al consumo en enero (1,8% frente a una previsión del 7% anual, debido a que el componente de alimentos se elevó el 3,1%) no me preocupa, aunque ha sido alta", dijo el ministro. "Se debe muy conyunturalmente", agregó, "a las heladas en Cataluña y Valencia. Pero los precios de los productos no alimenticios muestran que continúa la tendencia a la baja".

Igualmente, en tomo a si habrá medidas específicas ante el aumento del paro estimado por el Instituto Nacional de Estadística para el último trimestre de 1984 (158.800 personas sobre el trimeste anterior y pérdida de unos 330.000 empleos asalariados durante el ejercicio), Boyer contestó que dichas cifras "hay que tomarlas con cautela". A su juicio, no se han correspondido con el paro registrado en las oficinas de empleo, que descendió una vez corregido de su estacionalidad y en enero se ha reducido. Tras considerar "evidente que en 1984 ha continuado el ajuste económico, demorado desde años anteriores", precisó: "Esperamos que en 1985 haya crecimiento de la demanda interna".

Impresiones negativas

Medios responsables de la Administración y del PSOE -e incluso esferas de Gobierno que comparten las dudas de Boyer sobre la veracidad de los datos de empleo- han valorado negativamente las cifras.

Su impresión más generalizada apunta que pueden dificultar, en un año de escaso aumento en las exportaciones, la recuperación esperada en el consumo interno (soporte de dos tercios de la producción) y, en consecuencia, de la actividad económica y el empleo. El interrogante está en cómo se elevará el consumo privado si los precios deterioran más de lo previsto el poder adquisitivo (diferencia entre crecimiento medio de rentas y de precios a lo largo del año).

"Estamos", respondió Boyer,en una inflación del 9,3%, no del 11%. Si terminamos el año con el 7%, la interanual será del 8%. Con las subidas salariales del 7,5% y los deslizamientos, la ganancia crecerá el 8% o 9,5%. Pero las rentas y prestaciones no salariales, sobre todo las de Seguridad Social, aumentarán cerca del 20%, lo que producirá un aumento del 9%. en la renta total disponible, suficiente para la recuperación de un punto en el consumo".

La visita-inauguración de la administración de Hacienda en Chamartín forma parte de un plan de 204 oficinas, que avanzará este año mediante la apertura de oficinas 55 (una docena en Andalucía, Cataluña y Madrid), con el fin de aproximar la gestión y el control fiscal a los contribuyentes. El ministro dijo que se trata también de un paso importante de cara a la implantación desde enero próximo del impuesto sobre el valor añadido (IVA), cuyo proyecto pasará en los próximos días al Gobierno, después estudiar las sugerencias de los sectores económicos.

Con la rebaja en las desgravaciones a la exportación, similar a la decidida el pasado verano, los menores gastos fiscales esperados permitirán a Hacienda olvidar el envío a las Cortes del proyecto de ley de adaptación del impuesto de tráfico de empresas al IVA, cuya entrada en vigor había sido anunciada para este mes.