_
_
_
_

Phan Thi Minh

La primera embajadora de Vietnam en España vivió 21 años en la clandestinidad

Phan Thi Minh, profesora de economía, nació en Da Nang, una ciudad del centro de Vietnam, hace 59 años. Su padre era profesor, y su abuelo materno, un hombre con un gran espíritu patriota, inculcó a sus hijos y nietos la idea de la lucha por la inde pendencia. Desde, muy joven, Minh luchó en las filas de la resistencia vietnamita, primero contra los franceses y luego contra EE UU. El pasado día 13 presentó sus credenciales corno embajadora vietnamita en España ante el rey Juan Carlos, al que transmitió un mensaje de amistad de su pueblo.

Phan Thi Minh se ha convertido así en la primera representante diplomática de su país en España, aunque la sede de su embajada se halla en Roma. Amistad es la palabra que esta mujer de sonrisa ancha y modales suaves repite con más frecuencia, porque considera que la cooperación con todos los países del mundo, sin "condiciones políticas", es el, factor más importante para un pueblo que todavía sufre las secuelas de una guerra que duró más de 20 años. La nueva embajadora, sin embargo, quiere dejar muy claro que, aunque su país es muy pobre, no viene "con las manos vacías a mendigar ayuda". Vietnam necesita, sobre todo, apoyo en el campo industrial, especialmente maquinaria agrícola. A cambio ofrece una floreciente producción de caucho, carbón y la riqueza pesquera de sus costas."La guerra contra EE UU arrojó sobre el territorio de Vietnam una cantidad de bombas cuatro veces mayor que la de los bombardeos sufridos por Europa durante la II Guerra Mundial. Tendrán que pasar todavía muchos años hasta que las condiciones ambientales y el paisaje vietnamita vuelvan a ser lo que eran antes de que la guerra biológica arrasara nuestras tierras", afirma. Según Minh, su país debe ahora hacer frente a una guerra económica, psicológica y diplomática por fiarte de China, EE UU y Tailandia. "Nos reprochan nuestra intervención en Camboya, pero la verdad es que si hemos cometido un error es el de haber apoyado a los jemeres rojos en la guerra contra los estadounidenses y no haber impedido antes las matanzas y los horrores cometidos por estos terroristas; pueden acusarnos, pero la historia nos dará la razón".

Phan Thi Minh, casada, con cuatro hijos y una nieta, lleva el pelo negro recogido en un gran moño. "Soy una mujer como las demás", afirma, mientras enseña con orgullo las fotos de sus familiares. Viste con gracia sobria pero elegante una túnica de estilo oriental de color negro, que cae sobre unos pantalones blancos. Habla correctamente un francés pausado, con una entonación dulce y ondulante que culmina cada frase con una sonrisa. Su dominio de este idioma y del inglés hizo que desempeñara desde los años de la guerra contra EE UU una importante labor en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno provisional de Vietnam del Sur. Una de sus misiones la llevó a participar en las negociaciones que se empezaron en París en 1968 y que culminaron cinco años después con la firma de un acuerdo de alto al fuego entre EE UU y las tres de1,egaciones vietnamitas.

Para Minh, el día en que se anunció el fin de la guerra con EE UU fue uno de los más felices de su vida. Todavía recuerda con c-inoción el momento en que, tras vivir 21 años en la clandestinidad, pudo volver a ver a su madre. "Los años de la guerra fueron dificiles, pero he tenido suerte, porque pude vivirlos junto a mi marido y criar a rnis hijos. Ahora sólo necesitamos tina paz verdadera para poder llevar adelante la reconstrucción de Vietnam.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_