Descubierta en Austria una red de tráfico de fetos para la industria cosmética
El tráfico de fetos humanos procedentes de abortos con destino a la industria cosmética ha salido a la luz en Austria, donde ha estallado un escándalo de considerables proporciones. Los embriones procedían de las dos principales clínicas de abortos de la capital austriaca.Las grandes empresas de este ramo compraban también testículos y meninges extraídos durante las autopsias a cadáveres de fallecidos en la policlínica estatal vienesa. Dos redactores de la revista austriaca Ikarus se hicieron pasar por representantes de una compañía francesa de productos de belleza ante dos encargados de la policlínica de Viena, que les ofrecieron fetos a 300 chelines (unas 2.500 pesetas) cada uno.
Este no es el primer caso conocido del macabro tráfico. En 1981, agentes aduaneros franceses encontraron la cámara frigorífica de un camión repleta de fetos humanos destinados a una compañía francesa de cosmética. En 1982, se descubrieron en un contenedor metálico, en California, 500 fetos humanos en formol, cuyo destino era ser transformados en cremas para mejorar el cutis. El 9 de mayo de 1984, Le Quotidien de Paris publicaba un anuncio que elogiaba las cualidades de una crema facial producida con helichrysum, un producto extraído de embriones humanos.
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