Velada batalla entre los partidos que apoyaron a Tancredo Neves
El presidente electo de Brasil, Tancredo Neves, a poco más de dos semanas de asumir el cargo, tras 21 años de régimen militar, empieza a ver de manera más clara el movedizo terreno que pisa. En los últimos días, a medida que completaba la lista de miembros del que ha de ser su Gabinete, asistió a una velada batalla entre los grupos que respaldaron su elección.Existe una agitada disputa, con la sombra del continuismo al fondo, entre el nuevo Partido del Frente Liberal (PFL), formado por los disidentes del anterior régimetí militar, y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal fuerza de oposición a lo largo de los últimos 20 años.
De manera general, el PMDB se beneficia con un número mayor de ministerios. Pero eso no ha sido suficiente para impedir que empezarian a surgir pesadas críticas, principalmente por el nombramiento de varios funcionarios de la actual Administración para puestos claves en el segundo escalón del nuevo Gobierno.
La palabra continuismo empieza a sonar con cierta monotonía en los medios políticos de Brasil, principalmente entre el poderoso sector de la izquierda independiente que está alojada en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
Sorpresas
Se han producido algunas sorpresas. El futuro ministro de Trabajo, el abogado Almir Pazzianoto, por ejemplo, ya afirmó que el reajuste de salarios debe acompañar al aumento real del coste de vida y no al índice de precios al consumo, artificio utilizado por el actual Gobierno para mantener los sueldos sierripre por debajo de la inflación auténtica.La indicación de Pazzianoto, además, resaltó la conciencia del presidente electo respecto al peligroso asunto de la relación con los sindicatos.
Almir Pazzianoto, actual secretario de Trabajo del Estado de Sáo Paulo, tiene una larga trayectoria como abogado de los poderosos sindicatos metalúrgicos de la región, donde se concentra el principal polo industrial del país y donde en los últimos siete años se desencadenaron las principales huelgas laborales at que hizo frente la dictadura.
A la propuesta de un pacto social, enunciada por Tancredo Neves, que citaba como vagos modelos a los Pactos de la Moncloa, de España, y el acuerdo logrado por el presidente radical Raúl Alfonsín en Argentina, varios sindicatos brasileños contestaron ya con un rotundo no.
Pero hay más: la Central Única de Trabajadores, que dice poder movilizar a más de 200.000 obreros, anunció que, en caso de no alcanzar acuerdos que beneficien de manera real a los trabajadores, habrá huelga en abril.
El riesgo de huelga
Luis Ignacio Silva, Lula, legendario dirigente obrero, descartó esa misma huelga. Pero Tancredo Neves sabe perfectamente que hay otros dirigentes poderosos entre los metalúrgicos paulistas, y sabe lo grave que sería para su Gobierno afrontar una huelga al inicio de su mandato.Para aumentar la variedad de preocupaciones del presidente electo, el gobernador de Río, el socialista Leonel Brizola, se lanzó de manera aislada a la carrera presidencial.
Todavía no se Sabe cuándo votarán directamente los brasileños para elegir su presidente. La fecha más probable es 1988, pero Leonel Brizola afirma que la legitimación de Tancredo Neves como presidente implica la necesidad de que sea un presidente de transición entre la dictadura y la democracia plena. Asimismo, pide elecciones generales para 1986.
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