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Felicia Langer

Abogada judía-israelí y vicepresidenta de la Liga de Derechos Humanos y Civiles del Pueblo Palestino

La guerra árabe-israelí de 1967 acababa de terminar y en Tel Aviv Felicia Langer, abogada judía de origen polaco y de nacionalidad israelí, oía cómo vibraban en el aire los boletines de radio que proclamaban la ocupación de los territorios del sectororiental de Jerusalén, los altos del Golán, la península del Sinaí y los territorios de Gaza y Cisjordania. Pero las matanzas de civiles efectuadas por el Ejército israelí y las, detenciones y la destrucción de poblados palestinos hicieron que Felicia se pusiera al lado de los vencidos, los palestinos.

Felicia Langer, vicepresidenta de la Liga de Derecho Humanos y Civiles del Pueblo Palestino, profesora de Derecho Internacional en la universidad de Tel Aviv y militante comunista, es; una mujer que a sus 54 años rebosa una vitalidad y una energía que le permiten multiplicarse en varios frentes. Habla correctamente seis idiomas -entre ellos el árabe-, está a punto de publicar su sexto libro y su defensa de la causa, palestina la obliga a menudo a realizar giras por el mundo, en una de las cuales vino recientemente a España. En sus ratos libres le gusta coger los pinceles y pintar flores.Unos grandes ojos verdes ocultan apenas la voluntad de hierro de esta mujer de figura menuda, humilde y apasionada a la vez. Felicia se casó a los 19 años con un superviviente de los campos de concentración nazis. Tiene dos hijos, uno de ellos un joven palestino de nacionalidad norteamericana que adoptó en 1978 tras conocerlo en la cárcel donde estaba a punto dle suicidarse.

Su defensa de los detenidos palestinos que son torturados en las cárceles, de los campesinos que son desposeídos de sus tierras y hogares, su labor a favor de la reunificación de las familias, de los derechos pisoteados de los palestinos de los territorios ocupados, han encasillado a Felicia en el bando de los traidores ante su propia gente. "El pueblo israelí ha caído en la trampa de la propaganda elaborada por la cúpula del poder israelí, que ha manipulado el sufrimiento de millones de judíos durante la II Guerra Mundial para justificar el atropello y el homicidio. El arquetipo del palestino terrorista y enemigo al que hay que destruir para no ser destruido ha servido al poder para justificar el expansionismo militar. El resultado es que el pueblo palestino ha sido sometido a unas humillaciones muy parecidas a las infligidas a los judíos por los nazis".

Pensar así le ha costado a Felicia muchas presiones y amenazas, que han convertido su casa en una jaula dorada donde vive en un aislamiento equivalente al ostrascismo. Su creencia de que la única solución para lograr la paz es la creación de un Estado palestino independiente en los territorios ocupados en 1967 constituye un anatema para la mayoría de sus compatriotas. Pero Felicia, que ha logrado la primera condena en Israel de un policía acusado de haber torturado a un palestino, mantiene, sus convicciones con la fe de un cruzado. "Sólo abandonaría la lucha si un día la injusticia dejara de sorprenderme".

Los palestinos, que "ni siquiera tienen derecho a leer un libro sin el permiso de los israelíes (unas mil obras clásicas de su tradición han sido prohibidas)", acuden a ella. cada vez en mayor número. Durante horas deambulan. por los pasillos del edificio donde desde hace 12 años se halla su despacho y el de otros 10 abogados porque Felicia renunció a poner una placa en el portal. "La última vez que intenté colocar una le dieron una paliza al obrero. Y si la gente pregunta a mis vecinos dónde vivo, éstos contestan que no saben".

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