El 48% de los mineros británicos sindicados ha regresado oficialmente al trabajo

Arthur Seargill, presidente del Sindicato Nacional Minero (NUM), ha acusado al Gobierno británico de llevar a cabo "una guerra de agotamiento" contra los huelguistas, y ha puesto en duda "la integridad" de un miembro del Gabinete de Thatcher, el secretario de Energía, Peter Walker. Mientras, los mineros británicos realizaban ayer el mayor movimiento de retorno al trabajo registrado desde el inicio de la huelga, hace cerca de un año. Según datos oficiales, el 48% de los trabajadores sindicados de las minas está ya trabajando.

Las declaraciones de Scargill, hechas al informativo de la tarde de la cadena independiente de televisión ITV, se producen 24 horas después de una masiva manifestación de apoyo a los mineros celebrada el domingo en Londres, que terminó con duros enfrentamientos entre manifestantes y policías, y con la detención de más de 100 personas participantes en la concentración.Entre tanto, según cifras dadas a conocer a mediodía del lunes por la Empresa Nacional del Carbón (NCB), 3.555 mineros abandonaron ayer la huelga. Se trata de la mayor cifra registrada en un solo día desde el comienzo del conflicto laboral, el 12 de marzo de 1984. El total de los mineros que ha regresado al trabajo, siempre según el NCB, asciende a 90.778, equivalente a un 48% de la fuerza laboral afiliada al NUM. La empresa ha manifestado que considerará la huelga terminada tan pronto se rebase el nivel del 50%.

Pero para Scargill, que en su alocución del domingo a los manifestantes comparó el movimiento huelguístico minero con el movimiento de resistencia en los países ocupados durante la segunda guerra mundial, las cifras dadas por la empresa son partidistas, y los medios de comunicación, al recogerlas, demuestran sus prejuicios". El dirigente minero acusó al Gobierno de llevar a cabo "una guerra de agotamiento" contra los trabajadores de las minas, y manifestó que si el secretario de Energía, Peter Walker, tenía "la más mínima integridad", sometería la disputa al arbitraje de un organismo independiente.

La ejecutiva del NUM rechazó el viernes las propuestas que le fueron presentadas por el secretario general del Congreso Nacional Sindical -Trade Union Congress (TUC)-, Norman Willis, después de una entrevista con la primera ministra, Margaret Thatcher, y con los dirigentes de la NCB. Ha sido precisamente el rechazo de la mediación del TUC lo que ha generado, el lunes, la mayor vuelta al trabajo de los huelguistas, muchos de los cuales consideran que han llegado al límite de su capacidad de resistencia.

La presión de la base sobre el sindicato ha motivado que la ejecutiva iniciara ayer por la tarde unas nuevas negociaciones con el gabinete interno del congreso sindical nacional para pedir una nueva mediación, ante la determinación del Gobierno de conseguir una victoria total en esta huelga.

La huelga ha producido unos roces sin precedentes entre el congreso sindical y el sindicato minero, agudizados por las declaraciones del vicepresidente del NUM, el comunista Mick McGahey, quien ha manifestado que el TUC se divide entre "hombres de honor y hombres que carecen de él".

El regreso al trabajo efectuado el lunes ha sido principalmente notable en las tres zonas mineras más conflictivas: Yorkshire, Gales del Sur y Escocia. En Yorkshire, la cuenca minera más importante del Reino Unido, 1.157 mineros han vuelto al trabajo, mientras que 563 lo han hecho en Gales y 235 en Escocia. Según expertos en conflictos laborales, más que las cifras, lo importante es la tendencia, y esa tendencia parece indicar que el principio del fin de la huelga puede que esté cercano.