Un muerto en el secuestro de un avión libanés por un empleado que quería aumento de sueldo

Un miembro del servicio de seguridad del aeropuerto de Beirut , Douraid Hassan, tuvo la ocurrencia de secuestrar un Boeing 707 de las líneas aéreas libanesas (MEA) con la intención de obtener un ascenso y un aumento salarial. Un suceso que sería casi cómico de no ser porque se saldó con un muerto y 13 heridos.

Minutos antes de que el avión despegase ayer a mediodía rumbo a París, el secuestrador hizo irrupción en el aparato, donde viajaba un dirigente shú libanés, Akef Haidar, cuyos guardaespaldas abrieron fuego desde la pista para facilitar la huida de su jefe.

Los 104 pasajeros aprovecharon la ensalada de tiros para escapar del avión por las puertas de socorro, aunque en la precipitación de la huida, un anciano de 65 años de edad resultó muerto y otras 13 personas fueron heridas.

Bajo la amenaza de la pistola de Hassan y de sus 24 granadas, el piloto acabó por despegar con las puertas abiertas, un ala y un depósito de carburante agujereados por las balas, e hizo incluso dos aterrizajes en el cercano aeropuerto chipriota de Larnaca, donde el mecánico de a bordo logró escapar.

De regreso a la capital libanesa, cuyos habitantes seguían las evoluciones del aparato en el cielo mientras escuchaban sus conversaciones radiofónicas, retransmitidas en directo por una emisora comercial, el secuestrador aceptó entregarse a un druso, Akram Chehayeb, jefe del gabinete de Walid Jumblatt, máximo dirigente del partido Socialista Progresista (PSP).