Las indemnizaciones de los no identificados se regulan según criterios judiciales

P. C., Los familiares de las víctimas del accidente aéreo del pasado martes en las proximidades de Bilbao que no puedan ser finalmente reconocidas también percibirán las indemnizaciones correspondientes. En los supuestos de víctimas no identificadas, el juez puede optar, bien por una declaración instantánea de fallecimiento de la víctima o bien por diferir dicha declaración, en el caso de que existan dudas razonables sobre la identidad de ésta, por un plazo de dos años. La declaración de fallecimiento es uno de los requisitos básicos para reclamar la indemnización. El otro es justificar la vinculación con la víctima.

Según ha podido saber este periódico, es más que probable que el juez, en el caso del accidente del pasado martes, opte por otorgar las declaraciones de forma inmediata. Una de las fórmulas que se utilizan para contrastar la identidad de los fallecidos es a través del cupón de vuelo, que es nominativo, y en el caso del accidente de ayer parece ser que no existían suplantaciones de pasajeros.

En el supuesto de que no se llegaran a encontrar restos de alguna de las víctimas, el juez podría optar por diferir en dos años la declaración de fallecimiento, aunque, en cualquier caso, los familiares o perjudicados deberán solicitar al juez dicha declaración para tener derecho en su momento a percibir la indemnización.

Por otra parte, los bancos y cajas de ahorro emisores de la tarjeta Visa han anunciado que deberán pagar en torno a los 1.000 millones de pesetas por los seguros de vida implícitos en la compra de los billetes a través de la tarjeta de las víctimas del avión siniestrado. Los beneficiarios de estos seguros deberán presentar, para percibir el cobro, el justificante de que el billete del avión se compró con dicha tarjeta. Justificante fácil de obtener, ya que el usuario tiene el derecho de solicitar al banco el comprobante de la operación.

Varias tarjetas de crédito tienen anejo, desde el momento de su emisión, un seguro de vida para los viajes, siempre que el billete se compre con ellas, que oscila entre los 10 y los 15 millones de pesetas. En algunos casos, el seguro es de 25 millones de pesetas.