La flota mercante española podría desaparecer si no se reestructura

El sector naviero español necesita abordar un proceso de reestructuración que le permita su superviviencia, manifestó ayer Rafael Suñol, presidente del Banco de Crédito Industrial (BCI), durante su intervención en las jornadas sobre el Plan de Flota de la Marina Mercante, que tienen lugar en Madrid.Las jornadas, convocadas por el Instituto de Estudios de Transportes y Comunicaciones, del Ministerio de Transportes, tratan de determinar, con la aportación de las distintas partes implicadas, "cuáles son las necesidades de buques por parte de la marina mercante española", en palabras de Fernando Salvador, director general de la Marina Mercante.

El sector se debate hoy en una situación financiera caótica. Rafael Suñol, presidente del BCI, señaló que el banco "está soportando la mayor parte del coste de la crisis del sector". El BCI tiene concedidos 631 créditos por importe de 250.000 millones de pesetas, de los que sólo 261 se encuentran al corriente de pagos con la institución, dando un índice de morosidad del 28% en el sector.

Para Suñol, el éxito del Plan de Flota depende de tres premisas: reducción de los costes de explotación de las empresas; eliminación de la flota obsoleta, y apuntalamiento de la estructura empresarial, en el sentido de aumentar el porcentaje de recursos propios y la dimensión de las empresas. Enrique de Caso, presidente de la Sociedad de Gestión de Buques, criticó la conducta de muchos armadores que ha llevado al BCI a una situación dificil, señalando que "hay navieros con mora de más de 3 años que no han formalizado nunca un talón a favor de su prestamista oficial". Los sindicatos UGT y SLMM, por su parte, se opusieron a la venta de buques al extranjero, proceso que pone en peligro el futuro de un sector estratégico como la marina mercante.