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(Diagnóstico sintomático.) En su libro Ejército y sociedad en la España liberal, 1808-1936, Stanley G. Payne establece la oportuna distinción entre militarismo y pretorianismo como tendencias caracterizadoras de los ejércitos de cada país y hace una descripción digamos etiológica de cada tendencia, por la que el ejército español queda decididamente incluido entre los pretorianos (grupo en el que, por mi parte, clasificaría, aunque con otros rasgos, al francés, frente al británico y al alemán, ambos de tradición claramente militarista).Pero junto al circunstanciado diagnóstico etiológico de Payne sobre el ejército español, se me presentó en cierta ocasión la posibilidad de un más rápido, aunque también más superficial, diagnóstico sintomático, que confirmaba tal valoración.

Y fue a partir de la chocante y súbita sensación de incongruencia que, a raíz del juicio celebrado en el Servicio Geográfico del Ejército, me produjo ver caracterizados por la prensa como "militares de la línea dura" a los que se inclinaban hacia "penas blandas" para los acusados, y como "militares de la línea blanda", a los que se inclinaban hacia "penas duras". "¿Qué es esto? -me dije al pronto- Esto está del revés".

Pero enseguida entendí que no había error; era simplemente el hábito a los rasgos pretorianos del ejército español lo que había inducido al periodista a establecer una tal correspondencia.

En una nación de ejército militarista, la correspondencia habría sido la exactamente inversa: "línea dura" habría sido la de los militares que en igual caso propendiesen hacia penas duras, y "línea blanda", la de los que propendiesen hacia penas blandas.

El punto de referencia es lo que cambia: en un país militarista, la dureza y la blandura se habrían remitido a la actitud explícita del tribunal con respecto al ofensor, o sea, los militares inculpados; en un país de tradición pretoriana, como el nuestro, acrisolados reflejos valorativos de la prensa hicieron que la dureza y la blandura fuesen, en cambio, remitidas a la actitud -en este caso, implícita- del tribunal con respecto al agraviado, o sea, la nación.

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