Suave, la brisa de la muerte corre roídos caminos de fría sospecha

La contratación bursátil no transcurrió ayer en condiciones muy normales, ya que al anuncio del atentado que costó la vida a Ricardo Tejero Magro, consejero-director general del Banco Central, se unieron poco después las primeras informaciones sobre el accidente aéreo de Bilbao. Aunque el resultado final de la sesión no haya estado influenciado por estos hechos, lo cierto es que el ambiente en el parqué sí reflejó el dramatismo de la situación.Algunos expertos han visto en esta serena reacción del mercado la prueba de la mayor profesionalización de los operadores, que difícilmente se ven influenciados en sus decisiones por acontecimientos externos a la bolsa, lo que era frecuente hace algunos años.

El comportamiento bancario quizá haya sido la nota más característica de la jornada, ya que este corro ha sido el único en continuar ganando posiciones, aunque muy tímidamente. Está claro que los bancos se han visto favorecidos por el interés de algunos inversores, tal como anunciaron determinados expertos la semana pasada. Pero posiblemente no con la fuerza que se había previsto. Como muestra de esta relativa debilidad basta con recordar que el Santander registraba el lunes un saldo comprador superior a los 200.000 títulos, mientras que ayer la entidad cosechó un saldo vendedor de 10.139 acciones.

La caja de los siete mayores bancos presentaba saldos positivos para el Bilbao (4.929 títulos), Central (11.999), Banesto (6.416) e Hispano (4.192). Por el contrario, el Popular recogió un saldo vendedor de 8.810 acciones y el Vizcaya cosechó cifras negativas por 8.534 títulos. El saldo conjunto, pues, era muy equilibrado, con 53 títulos a la compra.

Pero como siempre hay opiniones para todos los gustos, también se puede encontrar operadores que se han quedado más tranquilos al comprobar que el tirón bancario no ha sido tan importante como se anunciaba, ya que consideran que una subida excesiva de estos valores podría haber tenido como balance una avalancha de papel vendedor que habría desequilibrado la bolsa durante varias semanas.

De todas formas, tampoco se puede obviar que una parte del dinero previamente colocado en eléctricas y Telefónica ha comenzado a posicionarse en bancos, al calor de la rentabilidad que ofrecen algunos valores y del alto precio a que han llegado los otros dos sectores estrella. Precisamente por ello, ayer las eléctricas perdieron en conjunto 2,32 puntos, mientras que Telefónica descendió 2,75 enteros.

Hay que recordar, no obstante, que la empresa de comunicaciones comenzará su ampliación de capital el próximo lunes y que las espadas de los operadores están levantadas en espera de comprobar por dónde se desarrolla la operación. Las eléctricas, por su parte, verán publicados esta semana -al menos ésa es la intención de la Administración- los planes de compensación. Al mismo tiempo, fuentes oficiales han confirmado que la mayor flexibilización a la hora de repartir dividendos nada tiene que ver con un pretendido descenso de las derramas. Estos corros, por consiguiente, aún no han dicho su última palabra.