Morán considera un error mezclar el tema de la OTAN con la adhesión, "pero es un dato que los europeos deben tener en cuenta"

"Un dato que los europeos deben tener en cuenta es que no pueden pretender concesiones españolas importantes en el tema de la defensa, y creer que todo el monte es orégano" para el resto, señaló ayer el titular de Exteriores, Fernando Morán. Aunque consideró que es posible mantener la fecha del 1 de enero de 1986 para el ingreso de España en la CEE, el ministro español aseguró que, "aunque no sería conveniente, España puede esperar tres o cuatro años para ingresar", pues "España va a terminar siendo miembro de la Comunidad".Para Morán "es una equivocación involucrar unos temas con otros, y desgraciadamente la situación me está dando razón". Sin embargo, el titular de Asuntos Exteriores señaló que el factor de la permanencia en la Alianza Atlántica, aunque "no es un arma negociadora, es un dato que los europeos deben tener en cuenta". Pero el ministro, refiriéndose al tratado de adhesión a la CEE y a la OTAN, consideró difícil "pagar algo no completamente satisfactorio con algo que la opinión pública no considera bueno", insistiendo en que "hay que estar a las duras y a las maduras".

"Lo peor es que se piense que nos meten a patadas", señaló Morán, que calificó de "antipedagógica la operación que consiste en decir que me quieren para esto y no para lo otro". El jefe de la diplomacia española recordó que en el decálogo del Gobierno sobre política de defensa y seguridad, no se establece conexión con la CEE", pero se sumó a la palabras del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, sobre el efecto negativo que no ingresar en el Mercado Común tendría sobre la opinión pública española.

Retraso en el ingreso

El mensaje de Morán es claro: "No hay que vivir esto con dramatismo", pero "el momento de sacar conclusiones puede estar cerca", ya que si la negociación no tiene límite en el tiempo, si las posiciones se fijan sin aproximarse, con un balance negativo sustancial, la "opinión pública española no aceptaría un tratado por el que la economía española quedará perjudicada".

Fernando Morán no cree que se hundiría el mundo, ni desde luego España -cuya "situación económica no se va a deteriorar grandemente"- si no ingresa en los plazos previstos en la CEE. Morán restó importancia al "valor taumatúrgico" de los calendarios -"aunque creo que se puede cumplir"- "salvo que se introduzcan otros temas".

El ministro alemán de Exteriores, Hans-Dietrich Gencher, solicitó una entrevista a solas con Morán, que a la hora de cerrar esta edición aún no había tenido lugar. Preguntado sobre si España tiene la garantía de que Bonn ratificará el tratado de adhesión a la CEE antes del referéndum sobre la OTAN, Morán contesto que "creo que sí, aunque garantía no tengo".