El líder de la oposición surcoreana afirma que está bajo arresto domiciliario en Seúl
El líder de la oposición surcoreana, Kim Dae Jung, que volvió a Seúl el viernes, tras dos años de exilio en Estados Unidos, ha declarado que se encuentra sometido a arresto domiciliario. Las autoridades, asegura, le han prohibido recibir visitas y sólo le permiten estar acompañado por sus familiares. El Gobierno ha respondido diciendo que Kim "no se encuentra bajo arresto domiciliario, sino bajo protección policial".
Según impresiones de testigos oculares, unos 2.000 policías ocupan el barrio en que se encuentra la residencia de Kim, de los que medio centenar se encarga de custodiar directamente la vivienda."Kim podrá recibir visitas. Vamos a intentar permitirle llevar una vida confortable, dadas las presentes circunstancias", ha manifestado el ministro adjunto para Información, Choi Tae Soon. Según él, corresponde "a los encargados de su seguridad" decidir si Kim puede abandonar su domicilio.
La impresión general es que los movimientos del enemigo número uno del régimen estarán muy restringidos, como poco, hasta el martes, fecha en la que se celebran elecciones legislativas en Corea del Sur.
La Prensa surcoreana informó ayer de la vuelta de Kim en primera página, pero sin dar ninguna relevancia al hecho y sin publicar fotos.
Obviamente, no se hace ninguna referencia a los incidentes producidos a la llegada y a las controversias provocadas por las declaraciones de congresistas norteamericanos, que hablan de que la policía maltrató al dirigente de la oposición en el mismo aeropuerto. La Embajada de Estados Unidos protestó por estos sucesos.
Kim Dae Jung, por su parte, ha manifestado a un grupo de periodistas extranjeros, únicas personas a quienes se ha permitido acceder a la residencia del político, que fue separado por la policía de quienes le rodeaban y empujado hacia un ascensor: "En ese momento creí que iba a correr la misma suerte que Aquino", el dirigente de la oposición filipina asesinado en el aeropuerto de Manila en 1983 cuando volvía a Filipinas después de tres años de exilio en Estados Unidos.
Kim Dae Jung tiene prohibida toda actividad política hasta 1988, pero su tumultuosa vuelta al país (decenas de miles de seguidores acudieron a recibirle al aeropuerto y la policía se empleó con contundencia contra ellos) ha revitalizado a la oposición y ha dado nuevos bríos al recién formado Partido Demócrata de la Nueva Corea (PDNC), que espera lograr al menos 20 escaños de los 276 que integran la Asamblea Nacional surcoreana.
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