La Caja de Barcelona obtuvo 3.572 millones de beneficio, con unos depósitos de 432.655 millones
La Caja de Barcelona, la tercera caja de ahorros de España después de la Caixa y la Caja de Madrid, obtuvo en 1984 unos beneficios netos antes de impuestos de 3572 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 2734% respecto al año anterior (2.805 millones). Durante el pasado ejercicio, la entidad se situó en un volumen de recursos ajenos de 432.655 millones de pesetas, con un incremento del 18,04%, superior a la media del sector. Sin embargo, la inversión crediticia se mantuvo sensiblemente igual, según pusieron de relieve ayer el director general de la entidad, Andreu Buades, y el presidente, Josep Joan Pintó Ruiz.
Durante el pasado año, el activo colocado en tesorería y entidades de crédito casi dobló (aumentando un 90,02%) el de 1983, con el fin de cumplimentar los nuevos coeficientes. Las dotaciones para el fondo de in solvencias crecieron un 76,21% situándose en 1.674 millones de pesetas.La mayor parte de los beneficios, 2.704 millones de pesetas, se destinará a reservas generales, lo que supone un incremento del 78,2% sobre los fondos que se reservaron para este capítulo el año anterior. Otros 750 millones de pesetas se han canalizado hacia la obra social, y los 119 millones restantes constituyen la previsión para el pago de impuestos. Las amortizaciones ascienden a 1.976 millones de pesetas y la dotación al fondo de provisión para insolvencias registra también un incremento significativo del 76% con un volumen de 1.674 millones de pesetas.
Es significativa la evolución de algunos ratios de producción como el saldo medio por cuenta, que se ha situado en las 207.686 pesetas, lo que representa un aumento del 14,25%, y la congelación de los gastos generales, que han registrado un incremento inferior al 1%.
La Caja de Barcelona abrió 17 nuevas agencias en 1984 con lo que el número de oficinas de la entidad a finales del pasado año era de 451, lo que representa el 18,15% del total de las cajas en Cataluña. En cuanto al número de oficinas, la entidad ha registrado un crecimiento del 3,8%, inferior al del conjunto de las cajas catalanas, que fue del 6,5%. En este sentido, Andreu Buades manifestó su preocupación por la posible saturación del sector. Así, señaló que mientras en Europa existe una oficina bancaria (incluyendo bancos y cajas de ahorro) por cada 4.800 habitantes, en España la proporción es de una agencia por cada 2.400 habitantes. En el campo específico de las cajas de ahorro, en Cataluña existe una oficina por cada 2.300 habitantes y contabilizando cajas y bancos resulta un establecimiento por cada 1.200 habitantes.
La expansión ha sido más importante en la implantación de cajeros automáticos, cuyo número se eleva ya a 280 incluyendo los 27 instalados en 1984. Esta infraestrutura ha permitido la realización de 9.337.510 operaciones, un 70,5% más de las realizadas en 1983.
La cartera de inversiones de la Caja de Barcelona ascendía a finales de 1984 a 331.817 millones de pesetas, de los que 240.686 millones corresponden a inversión crediticia (0,4% menos que el año anterior) y 91.000 millones a cartera de valores, lo que representa un incremento del 5,7%. Durante 1984, la Caja de Barcelona concedió 50.816 millones de pesetas en préstamos, descontó efectos comerciales por valor de 78.797 millones de pesetas y suscribió un convenio con el Instituto para la Promoción Pública de la Vivienda, que ha supuesto el desembolso de 9.170 millones de pesetas.
La cifra de negocio de las empresas de Grupo de Servicios, SA (GDS), de la Caja de Barcelona ha sido de 17.050 millones de pesetas.
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