El asesinato de Audran, consecuencia de un 'pacto' terrorista

, El asesinato del general René-Pierre Audran, alcanzado por seis balas cuando regresaba a su domicilio el viernes por la noche, es la primera consecuencia del tratado de amistad firmado el 15 de enero por el grupúsculo francés Acción Directa (AD) y la Fracción del Ejército Rojo, de la República Federal de Alemania. Las dos organizaciones anunciaron que habían formado "un frente político-militar en Europa".

El objetivo favorito de este frente parecen ser instalaciones y personalidades relacionadas con la Alianza Atlántica o con la defensa. El pasado mes de agosto, la policía francesa descubrió un coche bomba, con 23 kilos de dinamita, frente a la sede de la Unión Europea Occidental (UEO), organismo que pretende la coordinación de las políticas de defensa en Europa. En los dos últimos meses, unas autodenominadas Células Combatientes Comunistas (CCC) han realizado varios atentados contra gasoductos de la OTAN en Bélgica. La policía cree que las CCC no existen en realidad y que se trata simplemente de unas siglas de camuflaje de AD.Sin embargo, la progresiva radicalización de Acción Directa no se había traducido hasta ahora en atentados sangrientos. Desde 1979, en que dos policías murieron durante un tiroteo, el grupúsculo había evitado los atentados personales.

Es en este cuadro en el que se inscribe el asesinato del general Audran, un hombre de 55 años poco conocido a nivel popular, pero uno de los principales responsables de la fabricación y venta de armamento en Francia. Audran era jefe de la Sección Internacional de la Dirección General para el Armamento (DGA) en el Ministerio de Defensa. Por sus manos pasaban todas las solicitudes para exportar armas a otros países del mundo, la cooperación internacional para la fabricación de material bélico y la asistencia técnica a los clientes extranjeros que compraban a sociedades francesas. La importancia de su trabajo se aprecia mejor cuando se sabe que el comercio de armas es uno de los más prósperos en este país, con un beneficio en 1984 de 31.000 millones de francos (algo más de 550.000 millones de pesetas). Sin embargo, el general asesinado no tenía ninguna relación especial con la OTAN, que se ha convertido en el nuevo objetivo del terrorismo europeo y cuyos mandos e instalaciones reciben desde hace semanas una protección muy especial.