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SALUD

Siempre es mejor prevenir

Las revisiones periódicas son indispensables

La medicina preventiva es la gran ausente en la sanidad de nuestro país, y a ello se achaca, con frecuencia, gran parte de los problemas que le aquejan. Hay un aspecto de la prevención que depende directamente de nosostros. Consistiría en modificar algunos de los hábitos erróneos, más frecuentes, sin esperar a que una campaña de educación sanitaría nos alertara sobre ellos. Romper, por ejemplo, la pereza que a todos nos inunda para realizar regularmente una serie de revisiones médicas que nos permiten conocer nuestra situación general y los riesgos de padecer alguna enfermedad grave.Ahora que se inicia el año y estrenamos agenda, puede ser el momento para planificar estas revisiones y anotar la hora de consulta con los especialistas adecuados.

Un reconocimiento general a fondo tendríamos que reálizarlo al menos una vez al año y, según los resultados de éste, ampliarlo si es necesario con el especialista idóneo. Un punto importante para estas revisiones sería memorizar las molestias, aunque sean leves, que sentimos con más frecuencia.

La cardiología preventiva ha logrado frenar y disminuir la incidencia de las enfermedades coronarias, que ocupaban un triste primer puesto entre las causas de fallecimiento. Paradójicamente, parece que este desarrollo va unido al aumento de factores de riesgo, causados tanto por el sedentarísmo como por la mala alimentación y el exceso de tensión en el trabajo.

Las dos enfermedades más comunes en el hombre occidental están relacionadas directamente con la alimentación. Son la caries y la gingivitis -inflamación de encías-, originadas por la placa bacteriana que se forma en la dentadura. La visita al dentista cada seis meses, junto a una higiene diaria, es el único medio de que la caries no avance hasta destruir totalmente las piezas dentarias. La costumbre de dar dulces a los niños puede adelantar la aparición de esta enfermedad, habiéndose encontrado caries en niños de un año.

Tierra de nadie

Cada seis meses también se debe realizar una revisión ginecológica en la que se realice una citología y un reconocimiento de mamas. Este último son muy pocos los ginecólogos que lo realizan, ya que la mama es uno de los terrenos más confusos en la medicina a la hora de adscribirla en una especialidad concreta. Es casi un terreno de nadie, que puede pertenecer tanto al internista como al oncólogo o al ginecólogo.

Las mujeres deben recordar a su médico la necesidad de este reconocimiento del pecho si él no lo realiza voluntariamente. Esta exigencia hay que extenderla también a la citología.

España es uno de los países europeos con mayor incidencia de cánceres femeninos. Acaban de hacerse públicos hace unos días unos datos que sitúan a la extirpación de útero como la operación más frecuente en nuestro país.

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