Fantasía amable y fantasía cientifica
Capricornio uno, el filme norteamericano de Peter Hyams, filmado en 1978, que se emite esta noche, juega con la posibilidad de un fraude en los viajes interplanetarios, conjugando la ficción científica con el género policiaco.Por su parte, El diablo toca la flauta, de José María Forqué, rodado en 1953, programado para esta tarde, establece su propuesta fantástica en tono de cuento amable, donde un diablo de corte familiar se entremezcla por diversas historietas. Dos sugerencias imaginativas, bien distanciadas en el tiempo y en sus intenciones.
La película española, única escrita por Noel Clarasó, forma parte de una corriente de comedias que ponían en primer lugar cierta bonhomía. José María Forqué la aplicó en buena parte de su trabajo, en el que podría destacar, en este sentido, Atraco a las tres, su mejor comedia.
En El diablo toca la flauta, las alegres notas que interpreta ese joven diablo son el punto de encuentro de conflictos y soluciones, acogiéndose indirectamente a la moda de los filmes de episodios que tanto proliferaron en la década de los cincuenta. "Muy divertida la película, gustó al público e incluso a la crítica", escribió Luis Gómez Mesa.
No serán las moralejas del cuento lo que pueda interesar hoy al espectador, pero sí quizá la oportunidad de contemplar a José Luis Ozores interpretando el papel de diablo: con aquella frescura de los secundarios y un peculiar punto de despiste, de buenazo ingenuo al que todas acaban dándoselas en el mismo cachete, Ozores fue un actor irrepetible, en un papel dedificil equilibrio, dentrode suaparente sencillez.. A su lado, Manolo Morán, Félix Dafauce y Antonio Garisa y, en un breve papel, Carmen Vázquez Vigo.Muerte a los astronautas
Encabeza el reparto del filme norteamericano el espléndido Elliot Gould en el personaje que trata de investigar la razón de tan misterioso vuelo espacial. Es en los actores donde también Capricornio uno encuentra hoy su principal valor, aunque la anécdota y sus posibles significaciones dejan espacio abierto a la interpretación y mantienen vivas las zonas de interés.
La escasa imaginación dramática del director conserva la película en los límites de la obra pulcra, correcta, pero sosa, sin impronta creativa. Peter Hyams ha intentado en otras obras establecer denuncias de cierta importancia en forma de intrigas policiales, no partiendo de casos comprobados pero desgraciadamente posibles.
Atmósfera cero, por ejemplo, reproducía el esquema de Solo ante el peligro en un viaje interplanetario donde el héroe debía enfrentarse a una bien organizada banda de traficantes de drogas, mientras en Losjueces de la ley arremetía contra un posible imperio del crimen controlado por aquellos magistrados que no encontraban formas legales para condenar a cuantos consideraran culpables. Pero pa-, rece una constante de Hyams su calidad como autor de historias.
El diablo toca la flauta se emite hoy a las 16.05 por la primera cadena. Capricornio uno, a las 22.05, también por la primera cadena.
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