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El Banco de España entiende que el Hispano tendrá que soportar la mayor parte de los costes del Urquijo-Unión

Las conversaciones formales entre el Banco Hispano Americano y la autoridad monetaria para la concesión de nuevas ayudas que hagan posible el reflotamiento del Urquijo-Unión comenzaron ayer con una entrevista entre el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y Alejandro Albert. La posición de los responsables del Hispano es solicitar ayudas por un equivalente a 45.000 millones de pesetas, cifra que, según el Banco de España, se verá reducida de forma importante, ya que la autoridad monetaria defiende la necesidad de que el Hispano soporte una parte importante del saneamiento.

El banco emisor entiende asimismo que la situación del Urquijo-Unión no exigiría ayudas tan importantes. A lo largo de las próximas dos semanas van a celebrarse reuniones entre los responsables del Banco de España y el Banco Hispano Americano para tratar de llegar a un acuerdo sobre el volumen de ayudas que necesita el Banco Urquijo-Unión para hacer frente a su-reflotamiento y convertirlo en un banco patrimonialmente recompuesto.

Puntos de partida

Los planteamientos de partida de los responsables del grupo Hispano Americano se basan en que el Estado, a través del Banco de España o de cualquier otro organismo, aporte los fondos necesarios para lograr la recuperación del Urquijo-Unión en función de los quebrantos aparecidos con posterioridad a la adquisición de la mayoría de las acciones por parte del Hispano Americano.Estos quebrantos se refieren a operaciones exteriores del Banco Urquijo, a las pérdidas aparecidas en algunas empresas participadas por el grupo y a la baja de tipos de interés, que ha roto las expectativas de generación de excedentes con los que equilibrar las pérdidas latentes del Urquijo-Unión.

Los cálculos iniciales de los expertos del Hispano cifran las ayudas financieras a recibir en un equivalente a 45.000 millones de pesetas.

Petición desorbitada

Estas cantidades se han obtenido después de considerar que el Banco Hispano Americano no tendría que aportar a los bancos en reflotamiento otra cosa que su capacidad de gestión.En medios del Banco de España se considera, por el contrario, que el importe de estas ayudas es desorbitado y que, sobre todo, el propietario actual, que lo era en buena parte en la etapa anterior y tenía capacidad de decisión a la hora de nombrar a los gestores del Urquijo, tiene que correr con una parte importante de los costes de reflotamiento de la entidad y de su transformación en un banco saneado.

El coste admitido hasta ahora por los máximos responsables del Hispano Americano es el no reparto de dividendo con cargo a los resultados de 1984, que fue anunciado a primeros del mes de diciembre por el presidente de la entidad, Alejandro Albert.

La discusión entre el Banco de España y el grupo Hispano, que se ha iniciado ahora de manera formal, trata de alcanzar compromisos de ayudas al Urquijo-Unión a la luz de los planteamientos de futuro que se hagan en esa entidad y en la casa matriz, el Banco Hispano Americano.

Saneamiento

En este planteamiento se considera que no bastaría con las nuevas ayudas a recibir, que siempre serán más exiguas de las que los responsables del Hispano Americano querrían realmente, y que sería necesario que una parte importante de los excedentes generados por el grupo en cada ejercicio se destinen en el futuro al saneamiento y fortalecimiento de las entidades que lo forman.Así, se señala que las ayudas concretadas en 1982 para la adjudicación de Bankunión se consideran cerradas desde que, un año después, se alcanzó un acuerdo sobre el finiquito que el Fondo de Garantía de Depósitos tenía que pagar a Bankunión, a raíz de los datos aportados por una auditoría externa sobre el monto de pérdidas reales del banco en el momento mismo de la adjudicación.

Cargo de las pérdidas

Siguiendo este mismo esquema lo único que se reconoce en el acuerdo entre el Banco Hispano Americano y el Banco de España es que éste se haría cargo de las mayores pérdidas que se pudieran observar como consecuencia de las operaciones en divisas realizadas por el Banco Urquijo hasta el momento de su venta.Por último, no ha trascendido la marcha de las conversaciones que Alejandro Albert, presidente del banco, lleva con personalidades de fuera de la entidad para incorporarlas al consejo de administración, que tiene cinco vacantes.

Se conoce que Albert ha hablado con Claudio Boada (actualmente presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos), José Luis López Sánchez, Adrián Piera y el exministro de UCD, Juan Antonio García Diez, aparte del consejero que incorporaría el Commerzbank.

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