Rechazada la gestión de la ejecutiva saliente en el congreso de los socialistas gallegos
ENVIADO ESPECIAL El secretario de organización de la ejecutiva federal del PSOE, Txiki Benegas, trató ayer, durante cerca de 10 horas, de pacificar el clima existente en el seno de los socialistas gallegos, que, en la madrugada del sábado, y dentro aún de la primera sesión del cuarto congreso del partido, rechazaron por escaso margen de votos la gestión de la ejecutiva saliente, lo que constituyó toda una sorpresa para los asistentes al mismo.
Dentro de la tónica desconcertante que preside este congreso, el rechazo de la gestión de la ejecutiva encabezada por el orensano Antonio Rodríguez, constituyó una sorpresa, por cuanto mostraba la ruptura de una alianza, consolidada apenas unas horas antes, entre los galleguistas de Miguel Barros y los oficialistas del alcalde de Vigo, Manuel Soto. La inestabilidad del pacto entre ambos y la derrota de Antonio Rodríguez, que se postulaba para la reelección, podría hacer que hoy salga triunfante la otra candidatura, encabezada por Antolín Sánchez Presedo y apoyada por el sector coruñesista manejado por el influyente alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez.Sánchez Presedo, 31 años, abogado y alcalde de la localidad coruñesa de Betanzos, parecía ayer contar con el apoyo de la ejecutiva federal del PSOE, cuyo secretario de organización, Benegas, consumió prácticamente toda la jornada entrevistándose con los representantes de las diversas delegaciones asistentes al cuarto congreso, que hoy se clausura en un clima de incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en el futuro con el inestable equilibrio interno del partido. En todo caso no puede olvidarse el hecho de que Sánchez Presedo era hasta ahora vicesecretario general del PSG y, por tanto, también recae sobre él el rechazo a la gestión de la ejecutiva saliente, rechazo explicado por unos y otros como producto más bien de intereses y rivalidades coyunturales que debido a una auténtica censura a la actuación de la dirección saliente.
Estas mismas características personalistas explican la escasa importancia atribuida ayer a las ponencias, estando, como estaban, todos pendientes de las largas negociaciones de pasillos buscando combinaciones de nombres en el imposible intento de lograr una ejecutiva a gusto de todos.
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