Las clases en el colegio Severo Ochoa, suspendidas media hora por amenaza de bomba

Las clases en el colegio público Severo Ochoa, del barrio de Vicálvaro, fueron suspendidas durante una media hora en la tarde de ayer, al poco de reanudarse, a causa de una llamada telefónica anónima en la que se aseguraba que en el centro había sido colocada una bomba, cuya explosión era inminente.

Los numerosos efectivos de la Policía Nacional y la Policía Municipal destacados en el Severo Ochoa para proteger la entrada de 35 niños gitanos rastrearon los locales sin encontrar artefacto alguno. A las tres de la tarde de ayer se habían reanuda do las clases en el Severo Ochoa, en un tenso ambiente Los 35 niños gitanos cuyo ingreso en el centro había sido rechazado por la mayoría de los padres de alumnos franquearon la verja de entrada de uno en uno sin la compañía de sus padres. La Policía Nacional había destacado en el centro a las dotaciones de dos coches zeta y una furgoneta, y la Policía Municipal, la de tres de sus vehículos.Unos 60 padres de alumnos payos agrupados en tomo a la puerta siguieron todo el proceso de entrada de los escolares. Los concentrados, mujeres en su mayoría, no se mostraron agresivos hacia los niños gitanos y centraron toda su ira en la concejala del distrito, la socialista Concepción Aparicio; el director del Severo Ochoa, Ángel Hernández, y, sobre todo, los periodistas.

Los niños, payos y gitanos, entraron finalmente, pero ahí no acabaron los incidentes. A las 15.35, cuando aún no se habían retirado los concentrados, todas las aulas fueron desalojadas por una amenaza de bomba.

Por otra parte, en la tarde del martes se celebrará en el colegio Severo Ochoa un encuentro que tendrá como fin facilitar el diálogo entre las comunidades paya y gitana de Vicálvaro. Asistirán, entre otros, la ugetista Blanca Manglano, el diputado socialista Juan de Dios Ramírez Heredia, el miembro de la Comisión Federal de Minorías Étnicas del PSOE, Hernán Corbi, y representantes sindicales y de asociaciones de padres de alumnos.