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Nitze pide solidaridad a Bélgica para que despliegue los misiles que le corresponden

Andrés Ortega

Paul Nitze, asesor especial del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, para las negociaciones sobre control de armamentos, ha pedido solidaridad al Gobierno belga para llevar adelante el despliegue de los euromisiles que le corresponden en su territorio, según una entrevista que publicaba ayer el diario Le Soir con el negociador.Nitze espera que los primeros misiles comiencen a ser instalados en Bélgica a mediados de marzo. Pero diversos partidos belgas, incluido el democristiano, que gobierna en coalición con los liberales, han pedido que se aplace esta decisión, más allá de la fecha prevista del próximo mes de marzo.

Nitze se entrevistó el miércoles en Bruselas con el primer ministro, Wilfried Martens, y con el titular de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, quienes la próxima semana irán a Washington en visita oficial. Nitze señaló que en estos momentos del diálogo Este-Oeste , "es crucial que la solidaridad se mantenga entre los aliados atlánticos".

Bélgica aceptó en 1979 la decisión de la OTAN de instalar 48 misiles de crucero en territorio belga a partir de 1985. Pero, como recordó Martens, la actitud belga en 1979 fue algo especial, como la holandesa, al ligar su decisión final a la evaluación de la situación de las negociaciones soviético-estadounidenses.

La situación se ve complicada por el resultado del encuentro de Ginebra, puesto que no se ha entrado aún en la verdadera negociación. Por ahora, los portavoces belgas se limitan a señalar que no se puede prejuzgar el resultado de tal evaluación, que el Gobierno ha pospuesto una y otra vez, para fijar, en principio, la decisión en el mes de marzo.

MacFarlane, en Roma

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Robert McFarlane, consejero de Seguridad Nacional del presidente norteamericano, Ronald Reagan, pasó ayer todo el día en Roma para informar al Gobierno italiano y a Juan Pablo Il del resultado de los coloquios ginebrinos entre el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko. McFarlane formó parte de la delegación norteamericana de Ginebra.

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