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Numerosas irregularidades financieras y contables en la Caja Rural de la Mancha, intervenida por el Banco de España

Una diferencia de casi 500 millones de pesetas entre lo que aparece en los libros de contabilidad y los datos comprobados por los inspectores en el apartado de deudores en mora o de cobro dudoso, un déficit patrimonial de 171 millones de pesetas, las depreciaciones en que se ha incurrido, y nunierosas irregularidades financieras, son algunos de los motivos que han obligado al Banco de España a intervenir la Caja Rural de la Mancha, con sede en Villarrobledo, según se desprende de un infórme del Consejo Ejecutivo del Banco de España.El informe señala estos y otros aspectos como consecuencia de la desafortunada gestión impartida "caracterizada por el continuo incremento de los apoyos a dos cooperativas vinculadas entre sí (en las que participan la mayoría de los rectores de la caja) bien mediante concesión directa de los créditos a ellas o a través de personas interpuestas". La deuda totalde las dos cooperativas -la cooperativa quesera y agrícola de la Mancha Coqueya y Agromancha, Sociedad Cooperativa Limitada) que ascienden a 337 millonesaparece a nombre de Coqueya por 92,1 millones y Agromancha por 71,7 millones. Además figuran 32 personas titulares de préstamos por 48,5 millones con aval de Coqueya, empresa que, según un balance de mayo de 1983 tiene recursos propios por 18,5 millones, pérdidas por 19, inmovilizado de 105 y existencias por 76 millones. Agromancha, según balance del 31 de diciembre de 1983, declara un capital de 500.000 pesetas, que parece no han sido desembolsadas, además de activos ficticios y pérdidas por al menos 22 millones, no teniendo más activos reales que una maquinaria valorada en 6,5 millones.

Los riesgos de Agromancha, según el informe, se originan por haber pretendido utilizar a esta cooperativa (cuyo director desde la fundación de la sociedad es el entonces asesor de la caja, José Luis Pérez Torrecilla) para dispersar los créditos de Coqueya mediante traspaso de los quesos fabricados por ésta para que Agromancha los vendiera. Agromancha y los socios interpuestos, incluido el citado director, adeudan a la caja rural 108 millones sin que la cooperativa cuente con más bienes que la maquinaria valorada en 6,5 millones.

Falta de control y desorden

La decisión de intervenir la Caja Rural de la Mancha, estaba aconsejada, según el informe, "ante la falta de control interno existente y el desorden administrativo observado, impropio de una entidad de crédito, que comporta una evidente falta de seguridad por los recursos que tiene confiados". Además de los asuntos relacionados con ambas cooperativas, el presidente, secretario, ocho vocales del consejo rector y los tres interventores de cuentas, son beneficiarios de créditos por importe de 165.000 pesetas cada uno al 9,5% y a plazo de tres años, formalmente concedidos para la compra de abonos aunque su destino real, según el documento del Banco de España, fue la adquisición de aportaciones obligatorias a la caja por las que han venido cobrando desde entonces el interés del 20%.La entidad padece una deficiente organización administrativa con ausencia práctica de controles internos y, según el informe, "esta deplorable situación era conocida por los órganos de Gobierno y dirección de la entidad".

Pero uno de los aspectos más llamativos de la contabilidad de la Ca a Rurak de la Mancha aparece en la rúbrica "deudores en mora, en litigio o de cobro dudos" en la que figuran débitos por 37 millones de pesetas, resultando del estudio realizado por los inspectores que la cifra que debiera haberse reflejado en dicha rúbrica totaliza 508,2 millones, que representan más del 60% de la inversión crediticia.

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