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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cómicos clásicos para la Nochebuena

La Nochebuena alternativa de la segunda cadena ofrece, a la par que el pugilato entre divos de la ópera de la primera cadena, otro pugilato más antiguo y no menos ilustre: el de algunos de los grandes de la comedia norteamericana de la época muda de Hollywood. Año tras año se repiten estas proyecciones. Nunca mueren, por malas que sean las recopilaciones, pues algo, un gag, una historieta, una imagen, un momento de inspiración, algo, nunca falta en ellas.La selección de este año la hizo en 1961 Robert Youngson y su título español es Risas y sensaciones de antaño. No es una de las colecciones famosas de comedias; cortas de aquella época, sino un pastel con trozos seleccionados de estas admirables películas. Más una colección de escenas que de filmes. Es una pena que sea así, porque estos filmes, cuando son redondos, tienen un tiempo de duración muy medido, nada sobra ni nada falta en ellos, y la risa llega del crecimiento torrencial de la acción. Por eso, ver una o dos escenas aisladas, les hace perder parte de su calidad a esas escenas.

Entre los nombres que baraja Risas y sensaciones de antaño los hay que no tienen desperdicio, como el de Boris Karloff, el monstruo por excelencia, que tenía no poca gracia cuando quería, y el de Douglas Fairbanks, que era tanto más gracioso cuanto más serio sé ponía. Y no podían faltar los reyes de siempre: los inmensos destructores Stan Laurel y Oliver Hardy; el imposible bizco Ben Turpin y, sobre todo, Charles Chaplin, con alguna maravilla de su época de realizador a sueldo de Mack Sennett, pues las películas que él mismo producía no solían integrar estas colecciones. El viejo cómico se negaba a ello, con buen criterio.

Y atención, porque allí está también Harry Langdon, cómico poco conocido, pero uno de los genios indiscutibles de aquella estirpe de comediantes, que siguen después de tantas décadas intactos, como si pertenecieran a una parte de la memoria de cada uno de nosotros. Harry Langdon, el melancólico, el triste, el abandonado, era capaz de lo mejor, y ojalá que en esta colección se destape con alguno de sus momentos estelares.

Risas y sensaciones de antaño se emite hoy a las 21.20 por la segunda cadena.

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