LIMPIAR EL TERRENO
Una vez plantados, los bulbos requieren pocos cuidados. El primero de ellos es la escarda, ya que las malas hierbas pueden competir por el alimento y el agua con estas plantas más delicadas; no hace falta profundizar mucho en esta limpieza del terreno; basta con mantenerlo limpio de forma constante. El agua es un factor importante: asegurado el drenaje, hay que regar pocas veces, pero humedeciendo a fondo el suelo: recuerde que aunque la capa superficial esté seca, los 10 centímetros siguientes pueden estar muy húmedos.
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