_
_
_
_
_

José Antonio Martín Moreno y Alberto Moreno González

Los dos niñós del colegio de San Ildefonso que presentían que iban a cantar el 'gordo' del sorteo extraordinario de Navidad

Maite Nieto

José Antonio Martín Moreno y Alberto Moreno González forman parte desde las 11.45 de ayer de la historia de los sorteos de lotería. Entre vítores, aplausos y empujones cantaron el número más esperado de los últimos días: el 50076, el gordo del sorteo de Navidad. Cuando salieron al escenario de loterías para cantar la séptima tabla, ellos y los asistentes estaban convencidos de que iban a cantar el primer premio. Su único objetivo era cantar claro y fuerte el número que repartiría en algún lugar de España 12.500 millones de pesetas.

José Antonio Martín cantó el número, e inmediatamente Alberto Moreno tapaba con una mano el alambre de la séptima tabla donde debían ensartar las bolas. Su otra mano sostenía el premio gordo del sorteo de Navidad; el gesto ya había alertado a todos los asistentes en la sala y a millones de personas que seguían el desarrollo del sorteo por televisión.Alberto, muy moreno y algo serio al principio, tiene 13 años, de los cuales, siete los ha pasado en el colegio de San Ildefonso. Huérfano de padre, vive con su madre en el barrio madrileño de Orcasitas. Asegura que no hay una asignatura que. le guste. "A mí me va", añade, "la gimnasia y jugar al fútbol, y algo de la música heavy". Es veterano del sorteo de Navidad y ya en 1982 cantó el segundo premio del sorteo de Navidad de 1982. A pesar de ello no cree tener más suerte que sus compañeros: "Todo es coincidencia, cualquiera lo podría haber cantado; lo único", continúa entre risas, "es que yo soy más guapo que los demás".

José Antonio era hasta ayer un auténtico novato; la fortuna consiguió que cantara el gordo en el primer sorteo en el que participaba. Sin embargo, la emoción, los nervios o el calor, no lo sabe muy bien, hicieron que tuviera un pequeño mareo despues de sacar el número premiado. José Antonio, como su compañero, está estudiando séptimo de EGB y lleva siete años en el colegio, donde su padre trabaja como subalterno.

Después del sorteo era el más reposado y también el más serio. No se cansaba de repetir que le había hecho mucha ilusión cantar el gordo, por el simple hecho de repartir millones y felicidad entre la gente. Su compañero de fortuna, Alberto, que estaba ayer algo afónico, dice con ironía que "no esperamos nada, pero, por si acaso, a mí me gustaría una moto".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Maite Nieto
Redactora que cubre información en la sección de Sociedad. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local de Madrid, subjefa en 'El País Semanal' y en la sección de Gente y Estilo donde formó parte del equipo de columnistas. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_