El candidato Fernández

Mario Fernández, vicepresidente del Gobierno vasco en funciones, ha experimentado un importante ascenso en su carrera política desde que estrenó el cargo de consejero de Trabajo, en el Gobierno vasco, en 1980. Hombre intrépido, con fama de duro, pero con grandes dotes de negociador, encontró en Madrid su primera plataforma política como portavoz del pulso mantenido entre la Administración central y el Ejecutivo autónomo. Días después de ser nombrado vicepresidente por el lendakari, en 1982, declaró: "No pienso convertirme en perdedor".Finalizó su carrera de Derecho en 1965, y un año después montó un bufete de abogados especializado en el asesoramiento de reestructuración de empresas en crisis. Abandonó su despacho, que había compaginado durante un tiempo con tareas de docencia en la universidad de Deusto, para entrar a formar parte del primer Gobierno vasco.

Desde que estrenó el cargo de consejero de Trabajo, su carrera política ha sido calificada de brillante por los observadores políticos, incluidos sus más acérrimos opositores. Su papel en la Comisión Mixta de Transferencias fue decisivo, por la multitud de contactos oficiales que mantuvo con los representantes del Gobierno central y por la capacidad de maniobra negociadora que demostró desde el primer momento.

Aunque su apellido, Fernández, ha sido el blanco de los comentarios irónicos de los sectores más nacionalistas del partido, lo cierto es que Mario, que se afilió al PNV en 1979, no tiene una historia que se pueda caracterizar, precisamente, por los vínculos nacionalistas. Sin embargo, este hombre lúcido, trabajador incansable y gran negociador ha conseguido en los últimos años -y en eso tuvo mucho que ver la batalla que libró contra la ley de Armonización del Proceso Autonómico- ganarse la simpatía de los sectores radicales del PNV que veían en él a un nacionalista de nueva hornada.

El 'número dos'

Fernández, que en numerosas ocasiones ha desempeñado papeles propios de un jefe de Gobierno, no ha ocultado nunca su ambición por la carrera política. Poco antes de que en febrero del año pasado comenzase en Euskadi la campaña electoral, Mario Fernández, presentado por el partido en el número dos de la lista por Vizcaya, declaró que tenía "el firme propósito de no repetir en el Gobierno".

Sin embargo, la vuelta de Mario -que, según él justificó, se debió a las fuertes presiones que había recibido por el propio Garaikoetxea- nunca fue puesta en duda por las personas que le conocen. Fernández volvió, según dijo, por lealtad al lendakari.

Pero, en la última fase del pulso sostenido entre el lendakari y la ejecutiva del PNV, Mario Fernández ha variado perceptiblemente de actitud.

Su talante negociador se dejó entrever incluso en el conflicto interno del PNV, ya que si el acuerdo al que debían haber llegado los presidentes de las diputaciones y el Gobierno vasco hubiera dependido de él, seguramente ya se habría logrado, quizá haciendo dejación de algunos principios, pero evitando de esta forma el final de un episodio traumático de la trayectoria del partido.