Un lucense llamado Jimmy Alien
La afición lucense, la misma que vivió días de euforia con la clasificación del Breogán-Caixa Galicia para la fase A-1 de la División de Honor de baloncesto, está desolada. El jugador más popular del equipo, uno de los dos más efectivos, al que se le achaca gran parte del éxito, el norteamericano Jimmy Allen, ha causado baja en el club lucense para el resto de la temporada por padecer una hernia discal. Aunque la directiva ha anunciado ya el probable fichaje del ex profesional Sam Bello, la afición sabe que las cosas no van a ser iguales. El negro Allen era algo más que un jugador: era ya parte de la vida de la tranquila ciudad de Lugo.
Jimmy Allen, uno de los mejores jugadores norteamericanos que toman parte en la liga, ha sido dado de baja esta misma semana en el Breogán-Caixa Galicia para el resto de la temporada, al apreciársele una hernia discal. Allen, de 28 años y 2,08 de altura, llevaba un mes de baja, precisamente desde el mismo día en que su equipo consiguió el pase a la A-1 en Alcalá de Henares, frente al Cajamadrid, aunque nadie pensaba que su lesión le apartase del baloncesto por tanto tiempo.Tras varios días de recuperación, pidió al entrenador José Antonio Figueroa que le incluyese en el cinco inicial frente al Barcelona, para saber en qué condiciones se encontraba. La prueba no resultó satisfactoria y Allen fue reconocido en, Barcelona por el doctor Guillén, quien ya adelantó la posibilidad de que se tratase. de una hernia discal.
Allen tendrá que decidir en las próximas horas si se traslada a los Estados Unidos para ser sometido a una operación o, por el contrario, se queda en España, con lo cual el club correría con todos los gastos. En el caso de que la recuperación la lograse antes de fin de temporada, el Breogán estaría dispuesto a recuperarlo, "porque a él le debemos gran parte de nuestro éxito, y porque es uno de los mejores profesionales que hoy se pueden encontrar en España", según aseguró Antonio Seral, secretario técnico del club.
La afición lucense, que desde el inicio de la temporada tomó a Allen como un ídolo, ha recibido la noticia de su baja por lesión como un jarro de agua fría. Está convencida de que a partir de ahora nada va a ser igual. El Breogán, que partía como uno de los equipos más modestos de la liga, logró, contra todo pronóstico, meterse en la fase A-1 entre los mejores.
Y todavía más. Allen y su compañero Wrigth se revelaban como la mejor pareja de reboteadores de la competición a lo largo de la primera fase, al conseguir entre los dos 291 rebotes. Allen y Wrigth eran la pareja perfecta de norteamencanos. La que recibió todo el apoyo de los lucenses. A la que se le atribuyó gran parte del éxito logrado.
"Me encuentro a gusto"
Él parece corresponder a este afecto cuando asegura: "Estoy dispuesto a volver a Lugo en cuanto pueda, porque aquí me encuentro muy cómodo. Los aficionados me arropan mucho y el Breogán es el equipo que mejor me ha tratado desde que salí de los Estados Unidos hace siete años para venirme a jugar a Europa".Ni su paso por el CAI de Zaragoza, junto a Kevin Magee ("al que le pagaban más que a mí y se llevaba toda la popularidad"), ni la consecución de la Copa del Rey con ese equipo son suficientes para que guarde un buen recuerdo de su paso por Zaragoza.
El jugador norteamericano, que logró en Lugo merecida fama de eficaz, disciplinado y serio, aseguró ayer que la afición lucense habla jugado un papel decisivo en su éxito con el Breogán, "porque me ayudó dentro y fuera de la cancha"; como contrapartida se mostraba dispuesto "a afrontar la recuperación con moral para volver pronto a jugar. Lo que no podía hacer era seguir como estaba porque me sentía impotente frente a los demás jugadores. Para jugar tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano y no podía rendir como quísiera".
La confirmación de la importancia de la lesión ha llevado a la directiva breoganista a buscar precipitadamente a un nuevo norteamericano que cubra hasta el final de temporada el hueco dejado por Allen. La precipitación es todavía mayor porque se quiere contar con él para el partido que el sábado el equipo lucense jugará en su cancha contra el Fórum Filatélico y que debe suponer el primer triunfo del cuadro de Figueroa en esta fase A-1.
Todo parece indicar que el sábado saltará a la cancha lucense Sam Pellon, de 2,05 de altura y 31 años, que hoy llega a Lugo con la garantía de haber jugado ocho temporadas en la Liga profesional norteamericana (en el Atlanta Hawks), dos en Francia (en el Tours) y una en Italia.
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