Ir al dentista
Recientemente he tenido problemas dentales y he acudido al dentista. Como tantos otros ciudadanos, me he visto inmersa en algo totalmente inexplicable. Pese a serme deducido de mi salario mensual un 4,80% en concepto de Seguridad Social, la prestación sólo cubre la extracción y, además, en mi caso, la doctora pretendió realizar tres radiografías seguidas bajo el argumento de no haber observado todavía suficientemente mi problema dental.Posteriormente acudí a varios dentistas privados con resultado intolerable. Los precios no son sólo exagerados, sino además totalmente arbitrarios: por una limpieza me pidieron 3.000, 5.000 y 7.000 pesetas, respectivamente; por la colocación de una pieza nueva 4.000, 12.000 y 45.000 pesetas; por un empaste 1.000, 2.000 y 5.000 pesetas. El plazo de espera para la hora de visita oscila entre una semana y tres meses. Todo eso, cotejado con las experiencias de varios familiares y amigos, me hace pensar en falta de responsabilidad, problemas de criterio e, incluso, en algunos casos, problemas de honestidad, teniendo en cuenta que se trata de una comercialización con el dolor humano, y confío en que sepamos ejercer entre todos una verdadera presión social para la regulación, abaratamiento y responsabilidad de un sector médico que, como todos los demás, debe estar al servicio de la población.-
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