La banca desechó temores y cosechó amores
La última semana ha sido altamente positiva para la bolsa, ya que el índice general remontó 3,53 puntos, mientras que sectores como eléctricas ganaban 10,48; alimentación, 9,15, y los bancos, 3,09. El lunes, sorpresivamente, se convirtió en el arranque del cambio de tendencia.No todo ha sido fácil, sin embargo, ya que la tanda comenzó bajo el nerviosismo producido a finales de la semana anterior por el no-dividendo del Banco Hispano Americano. Esta entidad, de todas formas, se convirtió en protagonista de casi todas las jornadas, al pasar de registrar más de 300.000 títulos a la venta, a saldos compradores aún más elevados durante el resto de la semana, y arrastrando en la subida a todo el sector bancario.Muchos expertos se han visto presionados para entrar en bancos, a pesar de que las expectativas de rentabilidad de estas entidades se mantienen por debajo de otros sectores. Pero la fiebre especulativa desatada en torno a los siete grandes, que parecen decididos a finalizar el ejercicio con unos cambios más ajustados al índice general, les aconsejó ponerse a favor de la corriente.Este cambio de actitud obligó a muchos operadores a abandonar otras posiciones, lo que no ha favorecido a los sectores industriales y a la inversión mobiliaria. Telefónica, que en principio también se vio afectada por este cambio de tendencia, consiguió cerrar la semana con clara recuperación, y los analistas subrayan la posibilidad de que termine el año bastante cerca de la par.Los amores desatados por la banca pueden estar influidos, además, por el comportamiento de los valores eléctricos, sobre los que planea el anuncio oficial de acuerdos en intercambios de activos, reparto de mercados y compensaciones. Algunos recuerdan el consejo de "comprar con el rumor y vender con la noticia".Pero la proximidad de las anunciadas ampliaciones de capital, especialmente de valores eléctricos, puede suponer un importante drenaje de dinero que puede repercutir negativamente en la marcha del sector, o incluso en el conjunto de la bolsa.El único contrapunto a esta posibilidad es, por una parte, que el momento no se caracteriza por falta de efectivo, ya que los volúmenes de contratación de la pasada semana se han situado en torno a 1.700 millones de pesetas efectivas en acciones. Además, la escasez de papel calificado para desgravar está obligando a muchos contribuyentes a pensar en la renta variable -vía compra de derechos de suscripción- como única alternativa. Este movimiento está elevando considerablemente el precio de las acciones nuevas. El caso es que, por unas razones o por otras, los expertos consideran que la bolsa deberá mantener su perfil alcista hasta finales de año.
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