Aglomeración de altos cargos y compañeros fraternales
El Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid está resultando a todas luces insuficiente para albergar a las más de 4.000 personas que asisten, en calidad de delegados, observadores, invitados fraternales y periodistas, al 30º Congreso del PSOE. Los desplazamientos de una sala a otra se suceden con gran dificultad por mor de las continuas aglomeraciones producidas en pasillos y escaleras de acceso. Las medidas de seguridad son extraordinarias.No hay que olvidar que en estos cuatro días de Congreso Socialista, el Gobierno en pleno asiste al mismo, a excepción del titular de Exteriores, Fernando Morán. El jefe del Ejecutivo, Felipe González, con sobrio traje oscuro, se reunió tras su discurso del ayer, para almorzar en el propio Palacio de Exposiciones, con Alfonso Guerra, traje de pana y chaleco rojo, y los demás miembros de su Gabinete. Muchos de los ministros, cómo Miguel Boyer, lucían una rosa roja en la solapa. Además de los ministros se pudo ver a gran parte de los altos y medios cargos de la Administración, que por cuatro días han cerrado sus despachos.
Las críticas a la organización de este congreso tuvieron ayer su máximo exponente en los medios de comunicación. Los informadores se ven obligados a seguir los debates desde las últimas filas del anfiteatro, al que acceden por una puerta diferente a la del resto de los asistentes. A esta queja se han unido los 10 representantes de las Juventudes Socialistas, situados también en lo más alto de los graderíos. Los jóvenes del PSOE se preguntan cómo van a ejercer su derecho a la voz tan lejos del auditorio y sin micrófonos. Es la primera vez que las Juventudes Socialistas asisten a un congreso del PSOE, sin derecho a voto, pero sí con teórica voz.
A primeras horas de la tarde la mayor parte de los medios de comunicación acreditados firmaron un escrito de protesta a la mesa del congreso por impedir la entra da de los periodistas a los debates de la gestión de la ejecutiva saliente, cuyo informe defendió por la mañana Felipe González. Los representantes de las delegaciones de Nicaragua, Chile y Unión Soviética, fueron, por este orden, los más aplaudidos a la hora de las presentaciones. Para ellos, y para las 25 delegaciones extranjeras restantes, así como para todos los asistentes, el PSOE ha preparado un servicio de turismo para quien desee alternar el seguimiento de los trabajos congresuales con actividades artístico-culturales que Madrid les brinda.
Sin salir del Palacio de Exposiciones se pueden comprar objetos de cerámica. Los socialistas de Rioja y Cataluña a punto estuvieron de agotar en un sólo día toda su mercancía alfarera. No menos éxito tuvieron los pimientos enlatados de Murcia. Entre los congresistas se confundía, con tarjeta de invitada y rosa roja prendida en la blusa, la esposa del presidente del Gobierno, Carmen Romero.
