La difícil competencia con los préstamos personales de la banca

La Asociación Española de Entidades de Financiación reconoce que no puede disponer de un análisis del coste real de la financiación obtenida a través de estas empresas, ya que cada una de ellas puede fijar las condiciones que estime más oportunas en cada caso. Pero un reciente estudio de la revista Actualidad Económica indica que los costes reales de la financiación de automóviles son muy superiores a los que usualmente ofrecen las campañas publicitarias de las financieras que dependen de los propios fabricantes.Así, en el caso de Fiseat, la publicidad asegura que se debe pagar un 16,20% de interés anual, cuando en la realidad la tasa aumenta al 27,84%; en Ford Credit, de una oferta de promoción del 12% se obtiene un 21,20% real; Cofic, la financiera de Talbot y Peugeot, ofrece un 16,20%, mientras que el interés real se sitúa en el 27,84%; Seficitroën pasa del anunciado 18,20% al 30,92%, y en el caso de Renault Financiaciones, la elevación es del 13,20% al 23,13%.

Fuentes del sector han asegurado que estas cifras se ajustan a la realidad, aunque en muchos casos la financiación de estas grandes casas se realiza sin beneficio y como un método eficaz para aumentar las ventas de vehículos, dada la crisis que atraviesa la industria del motor.

La obtención de un posible crédito personal para hacer frente a la adquisición de un vehículo, por consiguiente, puede ser ventajosa en estos casos, ya que el préstamo bancario puede oscilar en torno al 18% de interés anual, que, suponiendo comisiones y otros gastos, se puede elevar en torno a un 21% de coste real.

Morosos y fallidos

Cierta utilidad, a la hora de recurrir a los servicios de una financiera, puede ser el tener en cuenta las equivalencias de los recargos mensuales con el tipo de interés, según una resolución de la Direccion General de Política Financiera. Los casos de amortizaciones constantes y pago de recargos aplazados se pueden encontrar en una tabla a pie de página, que se obtiene mediante una fórmula excesivamente compleja como para ser incluida.

Las financieras, por su parte, insisten en la bondad de sus servicios y consideran que sus costes podrían abaratarse si se cortara el intrusismo a través del fiel cumplimiento de la ley de Ventas a Plazos. Además subrayan el alto coste que representa la morosidad y los fallidos para el sector, así como el retraso habitual en recuperar los bienes impagados.

A este respecto, algunas entidades estudian la posibilidad de reducir esos niveles de peligrosidad mediante el estableciento de una puntuación para los peticionarios (scoring, según la terminología anglosajona), en la que la permanencia en el puesto de trabajo sería uno de los valores más premiados. En función del nivel de solvencia establecido, se fijaría el tipo de interés de la operación. Pero aún está muy lejos de ponerse en práctica este proyecto.

"Los bancos no podrían cumplir el papel que desempeñamos nosotros", insisten en el sector, "la prueba es que han creado sus propias financieras para realizar este tipo de operaciones".