"Es lamentable que no se tomen medidas hasta que ocurren desgracias", afirma el comandante de Iberia que sobrevivió
Carlos López Barranco, comandante del Boeing 727 de Iberia que colisionó con el DC-9 de Aviaco en el accidente de Barajas donde fallecieron 93 personas, manifestó ayer a este periódico que "es lamentable y está demostrado por la experiencia que en España no se tomen medidas hasta que ocurren grandes desgracias; sin embargo, más trágico sería sino se hubiera hecho nada después de los dos accidentes". 51 personas perecieron en el avión de Iberia y 42 en el DC-9 de Aviaco.Un año después de esa tragedia, el comandante Carlos López Barranco explica que "al menos ha servido para estimular a los responsables con el fin de mejorar la seguridad aérea y ha habido numerosas mejoras y labores de renovación". "Es evidente", añade el comandante, "que si se han hecho estas mejoras y estas reformas a lo largo de este año es porque existían numerosas deficiencias, puesto que se han mejorado sensiblemente las condiciones de seguridad".
Carlos López Barranco sigue volando normalmente y solamente le ha quedado una secuela física tras el grave accidente: un dedo deformado, pero que no le impide ninguna maniobra.
El comandante y los componentes de su tripulación el día de la tragedia, a excepción de la azafata Carnien Santos Gómez-Acebo, que falleció en el accidente, asistieron ayer a un funeral que se celebró en la localidad madrileña de Barajas por las 93 víctimas de la catástrofe. En la parroquia de San Pedro se encontraban también familiares, compañeros y amigos de las víctimas, así como el presidente de Iberia y Aviaco, Carlos Espinosa de los Monteros, y varios directivos de ambas compañías.
Los miembros de la tripulación de Iberia siguen volando normalmente y manifestaron que "es posible que el trauma haya desaparecido por completo y estamos felices de poder estar juntos un año después de la tragedia"
El comandante Barranco explicó que con frecuencia se acuerda de la tragedia, "y creo que todo el mundo debe acordarse de ello para sacar las consecuencias y poner los medios necesarios para que no vuelva a suceder". El comandante afirma que procura comentar con sus compañeros y los responsables de los aeropuertos que el accidente "debe servir de ejemplo de lo que no puede volver a suceder". Añadió que la tripulación que estuvo de baja por el accidente no ha sido indemnizada "e incluso ha perdido dinero al no volar durante una temporada".
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