Algunos barcos de la regata, más lentos que los de Cristóbal Colón hace cinco siglos
ENVIADO ESPECIAL Los lobos de mar que han embarcado en la regata Ruta del Descubrimiento dicen que Colón debe estar sonriendo allí donde se encuentre. Miran sus velas, que flamean por la ausencia de viento, tocan con incredulidad la fibra de los cascos de sus embarcaciones, hechos para volar, sonríen y no pueden evitar el pensar que "el almirante se lo debe estar pasando en grande al vernos". Los más modernos y rápidos veleros del mundo han ido pasando desde el domingo por donde Colón inició su viaje, y en estos momentos algunos todavía no han llegado, en el mismo espacio de tiempo que lo hiciera el descubridor, al punto donde se encontraba hace cinco siglos. Querer hacer en 12 días lo que Colón tardó 69 ya parece una osadía. El catamarán francés Fleury Michon sigue de líder, con Royale y Charente Maritime detrás.
Entre el mediodía del martes y el amanecer del miércoles hubo barcos en la regata que hicieron una media de menos de una milla (1.800 metros) por hora. En 24 horas se navegó lo que en dos y hubo momentos en que parecía que la propia historia se negaba a que unos intrépidos repitiesen la hazaña de Colón. Durante horas se navegó hacia atrás, al ser inexistente el viento, quedar los barcos sin gobierno y ser arrastrados hacia el punto de salida una media de 0,4 nudos (0,7 kilo metros por hora) por las corrientes que entran desde el océano Atlántico al mar Mediterráneo.Doscientos hombres, escogidos entre la élite de la navegación deportiva a vela, y 31 embarcaciones, muchas de ellas diseñadas especialmente para la ocasión, anduvieron largo tiempo abandonados en el océano. Daba la impresión de que el mundo se había olvidado de su existencia. Ya sólo se veía mar en el horizonte y los barcos eran prisioneros de sus aguas sin posibilidad alguna de escaparse por que todo era calma. El tiempo rodaba a favor de Colón.
Seis días tardó Cristóbal Colón en avistar, al amanecer, la tierra de Gran Canaria cuando salió de Palos. Algunos barcos de la regata que conmemoran su gesta la avistarán con retraso y otros, al parecer, no la verán.
Desde Madrid
El denominador común de la jornada de ayer fueron los problemas de comunicación entre los veleros y el Centro de Seguimiento. La redacción de EL PAÍS tuvo problemas para comunicar, durante unos minutos con su enviado especial a bordo del Sprite America. El satélite TIROS, que envía la información a la central de Toulouse (Francia), también tuvo dificultades.Según la información facilitada por el centro de seguimiento de Madrid, todos los barcos han pasado por el control de Palos de la Frontera (Cádiz), excepto el trimarán italiano Lombri Eco France, de Andrea Mercatelli, que, en última posición, tan sólo había cubierto una distancia de 216 kilómetros. Este velero, que salió de Benalmádena (Malaga) a última hora del martes, sólo participará en el récord de la distancia entre Palos y la isla de Guanahaní (San Salvador). Ayer llamó al Centro de Seguimiento de Madrid para conocer su posición, lo que no le fue facilitado para no darle ventaja, y con la que podría pasar por Palos antes de 72 horas, tiempo fijado por el comité de la regata para poder seguir compitiendo.
El catamarán francés Fleury Michon, de Philippe Poupon, encabeza la clasificación general de la Ruta del Descubrimiento al finalizar el cuarto día de regata. Ayer llevaba navegados 850 kilómetros a una velocidad media de 26,4 nudos. De seguir el mismo régimen de vientos flojos, el primer barco en llegar ante el Puerto de la Luz, en la isla de Gran Canaria, lo hará durante esta noche y la madrugada del viernes. El primer barco español clasificado es el Fortuna Lights, de Javier Visiers, que ocupa el puesto 16º y ha navegado 611 kilómetros.
La situación de los barcos que participan en la regata Ruta del Descubrimiento empieza a normalizarse y los multicascos, veleros más grandes, se agrupan en las primeras posiciones, con una velocidad media de 26,4 nudos a la hora.
La última comunicación recibida al mediodía de ayer fue la del monocasco español Fortuna Lights, clasificado en el puesto 16 de la general y sexto en tiempo compensado, cuyo patrón, Javier Visiers, informó que tenían problemas de comunicación y continuaban con la carencia de tiempo. El catamarán La Santa María, de José María Lastra, sigue sin poder ser localizado al seguir con la baliza y la radio estropeadas.
