El comité de Renfe considera "precipitado" el cierre de líneas

El comité intercentros de Renfe considera que la decisión del Gobierno de cerrar 2.484 kilómetros de líneas férreas es "precipitada, se ha hecho a espaldas de los trabajadores,y mutila el ferrocarril sin dar alternativas", según declararon ayer en conferencia de prensa Francisco Naranjo, de CC OO, y José María Carracedo, de UGT.Los delegados del comité de Renfe indicaron que la decisión del Gobierno se había hecho sin consultar a los trabajadores y con "un grave riesgo para las regiones españolas menos desarrolladas económicamente que serán a las que de forma más directa afectará el cierre".

"Por ello", indicaron, "hemos decidido que el día 7 de diciembre, entre 10 y 12 de la mañana, celebraremos un paro en defensa del ferrocarril ya que el Gobierno no ha sopesado suficientemente una decisión tan grave como es la de cerrar el 20% de la red férrea".

Francisco Naranjo manifestó: "Nuestra intención es que el Gobierno posponga al menos un año más el cierre de esas líneas. En ese tiempo creemos que se podían realizar estudios más serios y reales del impacto que podría significar para regiones como Extremadura, Murcia, Andalucía y Castilla-León tales cierres".

Según los miembros del comité, el cierre de líneas, que se pondrá en marcha el 1 de enero de 1985 con la clausura de 828 kilómetros, representará entre otras cosas: desequilibrios regionales por dejar a más de 200 pueblos sin tren; destrucción de unos 2.000 puestos de trabajo; pasar a la carretera carga de transporte cuando el ferrocarril es el medio más seguro, y se hace un mínimo ahorro de unos 7.000 millones de pesetas sobre los 159.000 millones de pérdidas que tendrá Renfe este año.

Naranjo señaló que Ios auténticos agujeros de la compañía siguen estando abiertos y no son otros que una mala gestión y control. En esa dirección se debían tomar medidas que, indudablemente, reducirían el déficit de Renfe".

El delegado de UGT, Alberto López, señaló que se habían cortado los canales de comunicación con el Ministerio de Transportes y que el ministro Barón solo recibirá, individualmente, a los. representantes sindicales después del día 7.

Los sindicalistas de Renfe denunciaron incumplimientos del contrato programa firmado por la compañía y aseguraron que el mismo presidente de Renfe, Ramón Boixados, había indicado que de los pagos que tenía que hacer la Hacienda Pública para 1984, que eran de unos 30.000 millones de pesetas, no habían recibido nada.