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La organización de González Arenas escondía una red de prostitución infantil

Decenas de familias de la madrileña zona de Retiro se confiesan "horrorizadas". Poseen suficientes indicios como para pensar que las prácticas homosexuales a las que fueron introducidos sus hijos con engaños, mediante una mezcla de ideología nazi y esoterismo, culminaron en la formación de una red de proxenetismo a cargo de los responsables del grupo Edelweis, supuestamente dedicado a excursiones montañeras. Algunos padres han denunciado casos de prostitución de sus hijos, que fueron trasladados a puntos tan distantes como Vigo, las islas Canarias o Marruecos.

Las asociaciones de padres de los centros escolares entre los que se reparten los muchachos captados por Edelweis mantendrán proximamente una reunión, presidida por el concejal presidente de la Junta Municipal del Distrito de Retiro, para estudiar el problema y tomar medidas al efecto, según ha manifestado el presidente de una de ellas. Los centros escolares han conocido en la semana pasada la incidencia del grupo Edelweis en la barriada. Ni maestros ni profesores ni tutores habían advertido ninguna señal que los pusiera en guardia.Es probable, añaden las mismas fuentes, que se celebre próximamente otra reunión de padres y educadores con el juez instructor de este sumario, el titular del juzgado número 25 de Madrid, Juan Miguel Esteve.

Ahora, al salir a la luz la verdadera actividad de este grupo, que ya había desarrollado prácticas semejantes, se han producido entre los niños víctimas dos actitudes distintas: algunos desean liberarse y quieren hablar, y otros prefieren mantener el silencio y amenazan con matar a los que hablen.

Eduardo González Arenas, Eddy, de 38 años de edad, está considerado como el jefe del grupo clandestino Edelweis. Este nombre, que está registrado por una agencia de viajes, es usado también por grupos de excursionismo parroquiales y organizaciones juveniles de exploradores, todos ellos ajenos por completo a las actividades presuntamente delictivas de Eddy González Arenas se encuentra en paradero desconocido.

Fuentes próximas a la investigación sitúan su último domicilio en Cercedilla (Madrid), en una casa en la que se ha descubierto un fichero con datos referentes a los niños y a sus familiares. Es posible, aunque la policía ha guardado hasta el momento la más absoluta reserva sobre el particular, que en el fichero conste también la identidad de los clientes de la red de prostitución infantil organizada por González Arenas.

La actividad de González Arenas en Madrid se había extendido, desde hace unos seis años, a varios barrios madrileños. Algunos de los actuales monitores del grupo parcialmente desmantelado en la zona de Retiro por la policía, jóvenes al filo de los 20 años de edad, fueron sus víctimas cuando tenían 12 o 13 años.

Monitores

Tres de aquellos jóvenes han sido los únicos monitores a los que la policía ha podido detener hasta el momento. Se trata de José Garrido Gil, de 21 años de edad, y Eduardo Gómez Ballesteros, los dos en libertad provisional bajo fianza, y Juan Iriarte Aguirre-Zabala, de 20 años, cuya situación judicial actual se desconoce.Según las denuncias formuladas ante la policía por numerosas familias de la zona de Retiro, estos jóvenes eran monitores de Edelweis que atraían a los adolescentes del barrio a su grupo de acampada. Padres afectados han manifestado que estos monitores visitaban sus casas y les hablaban de que pretendían alejar a los pequeños de actividades perniciosas, como máquinas tragaperras o drogas.

Iriarte tiene tres hermanos mayores que él. La madre es viuda. No quiere hablar de este tema. "Ya nos han hecho bastante daño", dice. La familia de Gómez Ballesteros tampoco quiere tratar del asunto. Su padre, dibujante retocador, negó la detención de su hijo la semana pasada, al transcender las primeras noticias.

El padre de Garrido, hace unos días, se limitó a decir que estaba intentando conseguir las 200.000 pesetas que el juez pedía de fianza. "No somos una familia de dinero, trabajamos en lo que podemos, y ni siquiera tengo Seguridad Social", explicaba. El padre es de baja estatura y talante abierto y amable. "Le he dicho a la policía que no me importa que el nombre de mi hijo haya salido en la Prensa, pues su obligación es informar". José, que se encuentra en su domicilio desde el viernes por la tarde, es el segundo de los siete hijos de la familia Garrido Gil.

Los datos aportados por las víctimas a los investigadores presentan a Carlos de los Ríos, de unos 23 años, actualmente en paradero desconocido, como el lugarteniente de González Arenas. Convencido de que sería uno de los elegidos para viajar con Eddy hasta el planeta Delhais, dejó el empleo que tenía en una entidad bancaria próxima a la calle de Nárvaez. La familia de Rafael Javier Bueno, otro de los buscados por la policía, ha colaborado con la policía para localizar al joven.

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