Manifestaciones y cadenas humanas piden en vanas ciudades la salida de la OTAN y el desmantelamiento de las bases

Manifestaciones celebradas en varias ciudades, con una asistencia que en unas localidades fue de decenas de miles de personas y en otras de algunos centenares, pidieron ayer -a dos semanas del 30º congreso del PSOE- la salida de España de la OTAN, la neutralidad y el desmantelamiento de las bases norteamericanas. Las concentraciones, convocadas por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas, integrada por plataformas próximas al PCE y a partidos extraparlamentarios de izquierda, junto a organizaciones independientes, fueron apoyadas por las Juventudes Socialistas (JJ SS) y UGT. El acto más espectacular fue la formación en Madrid, mediante personas agrupadas haciendo letras, del lema "OTAN no, bases fuera. Neutralidad". En otras ciudades, como Barcelona y Valencia, se reunieron también importantes concentraciones y cadenas humanas.

A la manifestación de Madrid, que ocupó un tramo de 2,5 kilómetros sobre el paseo de la Castellana, asistieron decenas de miles de personas: 35.000, según la Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma, y 500.000, según los organizadores. Al término de la formación de la cadena humana se leyó un comunicado y una carta abierta al presidente del Gobierno, Felipe González, en la que se le invitaba a celebrar un debate con las organizaciones pacifistas ante las cámaras de televisión.El acto fue convocado por el Comité de Acción por la Paz y el Desarme (próximo al PCE) y por la Comisión Anti-OTAN (cercano al Movimiento Comunista). Fue apoyado por otras organizaciones, entre ellas las Juventudes Socialistas y el sindicato socialista UGT, aunque días pasados habían manifestado que los movimientos por la paz no podían circunscribirse solamente a la petición de que España salga de la OTAN.

Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, calificó de "artificial" el consenso sobre la OTAN "que se trata de montar en el Parlamento con la derecha y que se estrella de narices con esa activa voluntad social de que España salga de la OTAN". También asistieron miembros de la corriente critica del PSOE, Izquierda Socialista, entre ellos los diputados Pablo Castellano y Carlos López Riaño, y el consejero de Educación de la Comunidad Autónoma de Madrid Manuel de la Rocha.

Tres horas antes de la prevista para la formación de la cadena humana, los organizadores pintaron en el suelo las 27 letras con el lema de la convocatoria. Alrededor del mediodía se formó la cadena, que duró aproximadamente unos 40 minutos. La concentración se desarrolló en un tono festivo, con multitud de charangas, zancudos y jóvenes disfrazados y pintados. A su término, un joven con una careta de cartón que representaba a Felipe González subió al estrado de la megafonía y, parodiando al presidente del Gobierno, dio las gracias "por este gesto de solidaridad con la OTAN".

Carlos Otamendi, de la Comisión Anti-OTAN, leyó, al finalizar la manifestación, el comunicado según el cual mientras "el Gobierno ha tomado ya una opción clara por nuestra pertenencia a la OTAN, la promesa de referéndum para febrero de 1986 queda en una grave nebulosa".

Columnas en Barcelona

Entre 50.000 y 60.000 personas, según fuentes de la organización, aunque la agencia Efe dio la cifrade 70.000, participaron en el acto de Barcelona, bajo el lema Marxem de l'OTAN (Vayámonos de la OTAN). La manifestación, que se desarrolló sin ningún tipo de incidentes, se formó a partir de cinco columnas que salieron de diversos puntos de Barcelona.

Los participantes comenzaron a confluir en el Arco del Triunfo sobre la una de la tarde. No asistieron UGT ni el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), pero sí participó la Juventud Socialista de Cataluña (JSC).

Los gritos más coreados por los manifestantes, mientras desfilaban entre gigantes con las caras de Reagan y Jordi Pujol, misiles de cartón y grandes caricaturas del presidente del Gobierno, fueron: "OTAN no, bases fuera", y "Felipe, no te enteras, en la OTAN no hay casera", entre otros.

Unas 30.000 personas, según los convocantes, formaron en Valencia la cadena humana que rodeó el centro histórico de la ciudad y posteriormente se manifestaron en la plaza del País Valenciano, donde se hizo un simulacro de ataque nuclear y la quema de un misil de cartón que había sido construido por un grupo de artistas falleros, informa Miguel Ángel Villena.

Otras concentraciones se realizaron en Zaragoza -donde se vendieron papeletas para la rifa de un refugio nuclear-, Murcia, Oviedo, Las Palmas, Palma de Mallorca, León, Valladolid, Ciudad Real, Santander, Jaén, Granada, Almería Sevilla y Cádiz, entre otras ciudadades. No se registraron en general incidentes, salvo cuando grupos ultraderechistas entonaran el Cara al Sol al paso de los manifestantes, como ocurrió en León, Valladolid y Valencia. En esta última ciudad, algunos manifestantes se enfrentaron a los ultras y quemaron dos banderas nacionales que ondeaban en un puesto de venta de objetos falangistas.