12 o 13 dirigentes del PSOE dejarán la ejecutiva tras el congreso

"Doce o trece" miembros de la actual comisión ejecutiva del PSOE, según fuentes oficiosas, dejarán su cargo en la dirección del partido tras el 30º Congreso Federal, que se desarrollará los días 13, 14 y 15 de diciembre. Pese al silencio oficial que pesa sobre el tema, se ha podido saber ya ese dato y también que dos o tres cambiarán sus actuales funciones por otras de distinta responsabilidad.

En relación con las referidas bajas, una de las máximas incógnitas del congreso socialista es la decisión acerca de si debe o no establecerse un rígido sistema de incompatibilidades. Otras dudas se centran en la representación que se deberá dar a los llamados barones regionales y la personalidad del número tres del partido (tras Felipe González y Alfonso Guerra). Los dirigentes del PSOE quieren dotar de nuevos poderes a la ejecutiva que salga del congreso, en un intento de "revitalizar" la formación socialista.

Entre quienes deberán abandonar la dirección del partido figuran los que ejercen altos cargos en la Administración, por haberse decidido un sistema de incompatibilidades de hecho, ya que probablemente no se adopte tal paso de derecho: los ministros José María Maravall, Joaquín Almunia y Javier Solana; los presidentes de la comunidades autónomas de Valencia, Joan Lerma; la secretaria de Estado para las autonomías, María Izquierdo, y los directores generales, como Carmen Mestre y Joan Prats.

Reducción a 17 miembros

Junto a ellos se citan como probables bajas los nombres de Luis Fajardo (encargado de temas municipales), Salvador Fernández (responsable de coordinación autonómica), el asturiano Jose Ángel Fernández Villa y el veterano Francisco López del Real. Ciriaco de Vicente, encargado de Acción Social, cesará a petición propia, para optar a la secretaría general de Castilla y León en el próximo congreso regional, que se celebrará en marzo. Se habían citado como candidatos al cese al portavoz, Pedro Bofill, y al responsable de Finanzas, Emilio Alonso, pero ambos parecen haber recibido seguridades de que serán mantenidos en el cargo.Las reuniones de la comisión ejecutiva que se celebran cada viernes, presididas por Felipe González y Alfonso Guerra, no han registrado aún ningún tipo de debate acerca de quién se quedará y quién abandonará la dirección socialista, que se reducirá a 17 miembros, en lugar de los 25 actuales. Sin embargo, la gran discusión en los pasillos de la sede central del PSOE gira desde hace semanas en torno al mismo punto.

Entre quienes podrían variar sus responsabilidades se encuentra la secretaria de Organización, Carmen García Bloise, crecientemente enfrentada con los criterios del vicesecretario general, Alfonso Guerra. García Bloise encabezó desde Madrid una operación para impedir que el ex subsecretario del Interior Carlos Sanjuán, guerrista a quien en todos los círculos se cita como candidato a "un puesto importante" en la nueva ejecutiva, pudiese acudir como delegado al 30º Congreso. Es previsible que Sanjuán ocupe la secretaría de Organización, de modo que Carmen García Bloise fuera desplazada a una secretaría de nueva creación.

Como incorporaciones a la ejecutiva se citan los nombres del economista guerrista Francisco Fernández Marugán, de la especialista en temas internacionales Elena Flores y de algunos representantes de las principales federaciones, como el madrileño José Acosta. Otra de las grandes líneas de discusión precongresual consiste en dirimir si los barones del partido (el andaluz José Rodríguez de la Borbolla, el valenciano Joan Lerma o el madrileño Joaquín Leguina, principalmente) deben o no contar con representantes de sus federaciones en la próxima ejecutiva, posibilidad a la que Guerra se opone resueltamente.

Tanto Guillermo Galeote, responsable del área de imagen como Manuel Chaves, área sindical, conservarán su fuerza en la dirección del partido. Ambos han venido actuando de hecho como el número tres en la escala jerárquica del PSOE (el cargo de presidente -Ramón Rubial- parece más bien simbólico).

Pese a la impresión inicial, Jose María Benegas no podrá aumentar sus cuotas de responsabilidad en la ejecutiva federal, dada su dedicación a los problemas del País Vasco.

El presidente del grupo parlamentario, Javier Sáenz Cosculluela; el encargado del área de cultura, Salvador Clotas; el especialista en temas económicos, Enrique Múgica, y el secretario general de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, continuarán previsiblemente en sus puestos.