El Tesoro de EE UU presenta una reforma fiscal que grava más a las grandes empresas

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha presentado una reforma revolucionaria que puede ser dura para la General Motors o para la US Steel, pero que supone una buena noticia para la mayoría de los contribuyentes. Los ciudadanos verían recortada su contribución en un 8,5%, mientras que las grandes empresas pagarían un 25% más. El plan debe aún ser visado primero por el presidente Reagan y enviado al Congreso.

Si la propuesta saliera adelante, sería el cambio fiscal más importante en el país desde la segunda guerra mundial, e incluso se sugiere que sería lo más revolucionario desde que en 1913 se introdujo en Estados Unidos el impuesto sobre la renta.Probablemente se trata del "mayor globo sonda de la historia desde el dirigible Hindemburg, que acabó envuelto en llamas" ha declarado el presidente del comité de presupuestos de la Cámara de Representantes, James Jones, demócrata por Oklahoma. "Lo que queremos es el plan de Ronald Reagan".

El plan actual reduce los 16 tipos de presión fiscal existentes en la actualidad, que van de un 11% a un 50%, a sólo tres: 15 % y 35%. El impuesto que pagan las empresas será reducido al 33% desde el actual 46%, pero no podrán aplicar las deducciones que hacían hasta ahora por inversión en maquinaria, inmuebles y por depreciación de equipos.

Esto supone un golpe para las industrias contaminantes, como el acero y el automóvil, pero no afecta a las industrias de servicios y a las electrónicas, que no se benefician tanto de las actuales deducciones.

Ventajas para las familias

El 56% de los contribuyentes individuales pagarán menos con el nuevo sistema fiscal, a consecuencia de la reducción de los tipos y el incremento de las deducciones personales, aunque acaba con muchas deducciones que se podían hacer hasta ahora, y limita otras 51,6 millones de familias (un 56,4%) pagarían menos que en la actualidad. 19,9 millones de familias (el 21,7%) pagarían algo más, y otros 19 millones de hogares seguirían aportando lo mismo a Hacienda. Una pareja con unos ingresos anuales de 50.000 dólares (8,5 millones de pesetas) pagaría, después de todas las deducciones, 8.750 dólares (1,5 millones de pesetas).Todos los grupos de presión, que se ganan muy bien la vida en esta ciudad, han comenzado a trabajar para acabar con el plan del Tesoro, que incluso recibe críticas desde la propia Casa Blanca, ya que va en contra de intereses muy concretos del Partido Republicano.